Con rostro cansado tras un largo viaje y dos jornadas de compromisos en Madrid y Barcelona aterrizó en Son Sant Joan el nuevo campeón del mundo de Moto3. Izan Guevara recibió al fin el abrazo de su madre, Marga, su hermano Aitor y sus compañeros en el día a día, entre ellos los pilotos del CTEIB. El director general d'Esports del Govern, Carles Gonyalons, también arropó al piloto a su llegada a casa tras un mes de larga gira asiática que le coronó como el mejor del planeta en su cilindrada.
El piloto del GasGas Aspar Team atendió posteriormente a los medios mallorquines en una rueda de prensa promovida por su equipo y la Federació Balear de Motociclisme en el restaurante Varadero, con la Seu de fondo y el título ya en el bolsillo. «Ya tenía ganas de volver a la Isla... Ha sido bonito y emotivo tras tanto tiempo fuera de casa», comentaba aún en caliente Guevara, de 18 años, quien todavía se encuentra «asimilándolo... Un título mundial son palabras mayores, no se gana cada día, y por eso lo quiero disfrutar con los míos», añadía el tercer campeón del mundo mallorquín, al que le queda una última bala en Cheste, donde quiere cerrar el año con otro triunfo.
En el capítulo de agradecimientos, tiene claro Izan que «en primer lugar va mi familia, porque sin ellos no estaría aquí. Después, el equipo por todo lo que hemos evolucionado, y tras ellos mis amigos y mi gente, todos los que me han ayudado a llegar a este punto a lo largo de mi carrera», destacando entre las incontables felicitaciones que ha recibido desde su victoria en Australia «la de Carlos Sainz (hijo), me hizo ilusión, pero también las de todos los pilotos de MotoGP, por ejemplo», proseguía el 28, quien preguntado por la cantidad de éxitos del motociclismo mallorquín, le pone un toque de humor: «Hago la broma de la sobrasada, las Quelitas... Pero es algo espectacular. Tenemos un circuito el que intentamos sacar el máximo rendimiento y cuando salimos fuera tenemos como más ganas de mejorar nuestros tiempos. Es como un milagro lo que pasa en Mallorca», asegura el último progidio de las dos ruedas.
Ahora, Moto2 es el reto y el objetivo de Izan y su equipo, una categoría a la que llega «para aprender», pensando en ser 'Rookie del Año' «para ir a por el Mundial en el segundo año». Una categoría «difícil» y en la que podrá ir «más rápido, intentando marcar más las diferencias». Esa cilindrada puede tener otro campeón mallorquín, Augusto Fernández, que llega líder a Cheste y al que Izan aconseja que «sea listo, tenga cabeza y disfrute, que se lo tome como una carrera más», apostando firmemente por él. «Si es listo, se lo llevará», sentenciaba el pupilo de Jorge Martínez 'Aspar'.
Confesaba a la par que, en Australia y en los días previos a la consecución del título de Moto3, fue especialmente duro «el jueves previo a los entrenamientos». Pero supo controlar los nervios ya en pista, «pese a que llovía, se secaba... fue todo rápido en la parrilla, pero en carrera estuve concentrado, se rompió la carrera y nos quedamos cuatro delante. Sólo Sergio (García Dols) podía evitar que fuera campeón y sabía que, si era primero en la última curva, ganaría. Lo hice, con unas décimas sobre Öncu, y todo acabó bien», relataba.
No fue fácil el arranque de la temporada para Guevara, «fue un poco caótico», recuerda. Penalizaciones, averías, abandonos... «En Catar me sancionaron, en Argentina rompimos el motor, en Austin don Long Laps... Fue difícil, pero lo que cuenta es el final y ha sido feliz», aseguraba feliz y con la naturalidad que le define, confesando a la vez, y mirando más allá de Moto2 y rumbo a MotoGP, que «había equipos que me tenían en sus planes, pero antes está Moto2 y quiero hacer buenos resultados», explicó en el restaurante Varadero.
Volviendo al capítulo de agradecimientos, lo tuvo especialmente Izan Guevara para su mecánico de toda la vida, Pedro Ribas, sin dejar de lado y en primer lugar a su familia, entrenadores, Federación Balear y CTEIB, claves para compaginar estudios y competición. «A Pedro (Ribas) le debo muchísimo, porque llevo con él desde los 8 años. Me lleva y repara las motos aquí -en Mallorca- y hemos pasado muchas cosas juntos». Dani Vadillo o Ángel Poyatos, otras figuras claves en su trayectoria, también arroparon a Izan a su regreso a casa.