El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull) le arrebató este domingo la victoria al inglés Lewis Hamilton (Mercedes) a seis vueltas del final en el Gran Premio de Estados Unidos, una carrera en Austin que abandonó Carlos Sainz (Ferrari) en la primera curva y que dejó un milagro de Fernando Alonso (Alpine), séptimo.
Verstappen firmó la octava victoria seguida de Red Bull, que ató el título del Mundial de Constructores para dedicárselo a Dietrich Mateschitz --fundador del equipo que falleció el sábado--. El flamante campeón desde el pasado fin de semana en Suzuka firmó su victoria número 13 de la temporada, por delante de Hamilton y el monegasco Charles Leclerc (Ferrari).
La carrera tuvo cara y cruz para los dos pilotos españoles. Sainz, que salía desde la pole, se vio fuera de combate en la primera curva golpeado por el Mercedes de George Russell, mientras que Alonso firmó un séptimo puesto saliendo 14º y después de un grave accidente en el que su monoplaza casi despega del suelo.
Para Sainz no hubo esa fortuna. La salida fue mejor de Verstappen y cuando el madrileño quiso volver al interior, Russell le provocó el sexto abandono del año, segundo seguido tras el de Suzuka. A partir de ahí el de Red Bull tomó el mando, a pesar de sus quejas por el viento en Las Américas, metiendo distancia por detrás, menos con un Hamilton dispuesto a recordar viejos tiempos.
Entonces, vuelta 18, llegó el grave accidente con Alonso de protagonista, cuando quiso adelantar a Lance Stroll pero el canadiense se movió tarde y mal. El doble campeón del mundo embistió a su futuro coche Aston Martin y estuvo varios segundos a dos ruedas, a punto de despegar, y sin control en el aterrizaje. No hubo bandera roja y el español entró en boxes.
El asturiano pudo volver a una carrera reagrupada con el cambio de piezas y en último lugar (17º), sin sorpresas arriba con Verstappen, Hamilton, Sergio Pérez (Red Bull), Leclerc, Russell y los Aston Martin en la procesión delantera. Con los neumáticos nuevos entrando en calor, de nuevo Hamilton aguantó al campeón.
Leclerc superó a Checo Pérez y la pelea se quedó entre tres pilotos, tres equipos. Hamilton entró primero en boxes y después fueron el de Ferrari y el de Red Bull, en una mala parada del equipo austriaco que no perdonó Verstappen por radio. Con todo, el neerlandés demostró que este año no tiene rival.
La remontada hasta la victoria dejó un nuevo cara a cara entre el doble campeón y un Hamilton que no tuvo potencia para pelear, mientras vigilaba que su oponente no superara los límites de pista. Por detrás, Alonso vivía su particular épica, perdiendo aún piezas de su Alpine, como el retrovisor, en algún adelantamiento. El asturiano apretó hasta Lando Norris (McLaren), pero se tuvo que conformar con una séptima plaza milagrosa después de lo visto.
El abandono de Sainz permitió a Red Bull hacer el acopio de puntos, tenía que sumar 19 más que los italianos, para ser campeón de Constructores. Mientras, en la general individual, Leclerc pasó a Pérez, ahora segundo con dos puntos más que le mexicano, y Sainz ve alejarse el podio, aunque su objetivo será volver a darse la oportunidad de ganar uno de los tres GP que quedan.