El británico John McPhee (Honda) consiguió su primera victoria de la temporada y la tercera de su carrera deportiva al vencer el Gran Premio de San Marino y la Riviera de Rimini que se ha disputado este domingo en el circuito «Marco Simoncelli» de Misano Adriático, en el que el líder del mundial, el español Albert Arenas (KTM), se quedó sin puntuar al sufrir una caída en el tramo final del mismo.
Arenas continúa líder del campeonato aunque ahora ya sólo cuenta con cinco puntos de ventaja sobre su rival más directo, el japonés Ai Ogura (Honda), que acabó segundo por delante de su compatriota Tatsuki Suzuki (Honda).
El mejor español de la jornada fue Jeremy Alcoba (Honda), a pesar de que hasta la última vuelta era Jaume Masiá (Honda) el que llegó a liderar en algún momento la carrera pero hubo de conformarse con la séptima posición final.
Nada más comenzar la carrera ésta perdió a varios protagonistas relevantes con la caída de hasta tres pilotos en las primeras curvas del trazado, tras darse una salida fulgurante, en la que se vieron involucrados los españoles Raúl Fernández (KTM) y Sergio García (Estrella Galicia 0'0 Honda) -el único que pudo continuar en carrera- y el italiano Celestino Vietti (KTM).
Fernández, gran dominador de los entrenamientos durante todo el fin de semana y también el más rápido del «warm up» del domingo, no pudo evitar la caída de Sergio García, que se lo llevó por delante y, de rebote, ambos tiraron al italiano Vietti en una acción que fue investigada por dirección de carrera.
El equipo del piloto español intentó reparar rápidamente la moto para poder regresar a la misma por si se producía algún percance con bandera roja que le podía devolver sus opciones de pelear por el podio, pero los daños materiales eran muy grandes y al final tuvieron que desistir de regresar a la competición.
Por delante, el japonés Tatsuki Suzuki (Honda) se puso al frente de la carrera para marcar un fuerte ritmo que estiró mucho el grupo pero que a pesar de la caída no supuso ningún corte en el grupo principal, en el que también estaba el hispano-argentino Gabriel Rodrigo (Honda), el líder de entrenamientos, el nipón Ai Ogura (Honda), los italianos Tony Arbolino (Honda), Andrea Migno (KTM) y Denis Foggia (KTM), el surafricano Darryn Binder (Honda) y los españoles Jaume Masiá (Honda) y Albert Arenas (KTM).
El liderato de la carrera fue cambiando de protagonista y con un grupo de cabeza cada vez más numerosos, ayudados los más rezagados por el hecho de que los constantes adelantamientos ralentizaron en cierta medida el ritmo de la carrera, aunque por detrás hubo algún que otro percance como el que se vieron involucrados el español Alonso López (Husqvarna), que intentó seguir en carrera pero no pudo, y el japonés Ayumu Sasaki (KTM), que se tuvo que retirar.
Antes de cumplirse el ecuador de la carrera, programada a 23 giros, Gabriel Rodrigo se puso al frente de la carrera y cambió el ritmo para intentar romper infructuosamente el numeroso grupo delantero, en el que los adelantamientos fueron una constante y los «toques» entre ellos más habituales de lo deseado.
Esa tensión hizo que se forzase el ritmo hasta límites insospechados y a pesar de su fulgurante remontada, el surafricano Darryn Binder cometió un error y se fue al suelo al pisar el piano en la curva seis del trazado, a nueve vueltas del final, y en el mismo giro en el que a Jaume Masiá se le penalizó con perder una posición cuando había accedido al liderato de la carrera.
El golpe de efecto de la carrera llegó a poco más de dos vueltas del final cuando el líder del mundial, el español Albert Arenas (KTM), que estaba en el grupo de cabeza, se fue al suelo al entrar completamente colado en la curva tres del trazado, sin que tuviese opción para continuar, lo que suponía para él el segundo «cero» de la temporada y una ventaja para su rival más directo, Ai Ogura, que acabó segundo.
Jaume Masiá, protagonista por algunos momentos de la carrera concluyó en la séptima posición, con Carlos Tatay (KTM) también en los puntos merced al decimoquinto puesto que ocupó en la línea de meta del «Marco Simoncelli».