El piloto mallorquín Jorge Lorenzo asegura desde su confinamiento en Dubai ante la crisis del COVID-19 que él «nunca» dijo que tenía «miedo» a la Honda, y que únicamente la moto de no le daba «mucha confianza» ni tuvo «tiempo» para adaptarla a su estilo, mientras que tiene claro que tampoco añora la competición y está muy a gusto en su nuevo papel de probador de Yamaha.
«De dónde salió eso del miedo, quién dijo que tenía miedo a ir en moto, yo en ningún momento dije que tenía miedo a ir en moto. Dije que me había hecho daño, que son hechos, pero de ahí a tener miedo hay un trecho», expresó Lorenzo en 'El Partidazo de la Cadena COPE' a raíz de unas declaraciones en 'DAZN' de su excompañero en el Repsol Honda Marc Márquez, donde aludía a que quizá el balear había tenido miedo a la montura japonesa.
El balear recalcó que siempre le ha tenido «mucho respeto a las motos». «Digamos que la Honda no me daba mucha confianza y que no tuve tiempo para adaptarme y cambiarla a mi estilo, pero nunca tuve miedo de seguir. Simplemente, con 32 años, las circunstancias me llevaron a tomar esa decisión y creo que fue el momento bueno», puntualizó.
El pentacampeón del mundo indicó que «siempre» echará de menos «esa sensación de ganar», pero que ahora está «muy bien». Tiene una 'wild card' para correr en el Gran Premio de Catalunya, pero advirtió que si finalmente corre no va «con la idea de hacer una carrera increíble, de ganar o hacer podio». «Simplemente voy ayudar a Yamaha a poner la moto a punto. Estoy muy lejos de plantearme el cambiar y volver», subrayó.
Lorenzo recordó que la «vida de un piloto es intensa» y que tiene lo «positivo de la sensación de éxtasis» cuando se consiguen victorias, pero también una «negativa» porque se está «expuesto a una autopresión tremenda cada día». «Y eso yo lo he pasado durante 18 años y creo que yo un poco más porque soy muy perfeccionista», afirmó.
«Ahora absorbo lo positivo que es llevar una MotoGP sin presión, solo en la pista, sin tener que intentar bajar esa última décima, y con el 95 por ciento del tiempo al año para hacer lo que me apetece. Me apetece correr alguna carrera y eso es bueno para Yamaha para coger información, pero no tiene nada que ver», indicó. «A veces no puedes tenerlo todo en la vida», añadió.
El mallorquín reside en Lugano (Suiza), donde también vive Fernando Alonso, del que se deshizo en elogios. «Es un fenómeno. Siempre le he admirado. Es una persona muy determinada y en la pista siempre ha sido frío y muy profesional. Nos conocemos desde hace mucho tiempo, pero no hemos intimado mucho. Para mí siempre será el más grande de España en la F-1 hasta el momento», confesó.
Finalmente, Lorenzo se refirió a su confinamiento por el coronavirus en Dubai. «Llevo un mes encerrado en un hotel de Dubai. Había planeado este viaje desde hace algún tiempo y vine con tres amigos antes de que empezase esto muy fuerte. Cuando empezó a empeorar, cerraron los aeropuertos, pero mis amigos sí volvieron porque yo decidí quedarme algo más», relató.