El piloto mallorquín Joan Mir rompió ayer su silencio tras su grave caída en Brno el pasado 5 de agosto. El campeón mundial de Moto3, actualmente en las filas del equipo Suzuki de MotoGP, se mostró muy tranquilo y admitió que su recuperación va por el buen camino, lanzando un mensaje de tranquilidad.
«La caída fue una lástima porque estábamos realizando un buen test a pesar de la mala suerte que tuvimos durante el fin de semana» afirmó Mir. El mallorquín también explicó que «la mala clasificación provocó que saliéramos muy atrás en carrera y con eso te expones a riesgos, como el que te toquen o tiren otros compañeros y provoquen tu caída».
El piloto de Suzuki también quiso destacar el papel que hizo el equipo durante la prueba. «Estaba muy concentrado y motivado y realmente fue muy bien, a pesar de la desgraciada caída», señaló. El serio percance se produjó durante los entrenamientos posteriores en el circuito de Brno, tras el Gran Premio de la República Checa.
Aún así, Mir destacó la importancia de estas pruebas. «La verdad es que los tests son de gran ayuda para un ‘rookie' como yo, porque cada vez vamos encontrando cositas que nos ayudan a ir un poco más rápido, cada vez vamos más cómodos encima de la moto y esto es algo que nos va muy bien», dijo el 36.
Mir explicó su versión del percance. «Ha sido un gran susto. La caída fue bestial, impacté en el suelo con mucha fuerza. De allí, di bastantes vueltas de campana hasta que me paré. Recibí golpes fuertes debido a la inercia que llevaba». También habló sobre lo sucedido después de la caída. «Me levanté, me quité el casco yo mismo, no me quedé inconsciente. Pero no me encontraba muy bien», y añadió que «iba tosiendo sangre pero cada vez un poco menos hasta que en el hospital de Brno me pudieron estabilizar». Mir aseguró que «valoro mucho el cariño recibido por todos, especialmente desde Mallorca», y espera volver «pronto» a los circuitos y al Mundial.