Jorge Lorenzo ha sufrido este viernes una muy dura caída durante la sesión de los entrenamientos libres del Gran Premio de Tailandia.
El piloto mallorquín ha sido retirado de la pista en camilla y posteriormente conducido a la clínica del circuito. Afortundamente, no ha sufrido ninguna fractura y su equipo, pese a la luxación en un dedo del pie que traía de Aragón, confía en que pueda seguir corriendo si obtiene el visto bueno de dirección de carrera.
Tras las pruebas médicas pertinentes, el balear aseguró saliendo de la clínica estar «bien», y su director de equipo, Davide Tardozzi, explicó que Lorenzo no tiene «fracturas». «Desde dirección de carrera dicen que está apto para correr. Un gran golpe, un impacto muy grande, hay que ver si será capaz de correr mañana o no, lo valoraremos después. Pero no hay fracturas», apuntó a los medios.
Las imágenes de la caída son escalofriantes, el piloto sale despedido en la curva 3, volando por los aires hasta impactar contra el suelo de costado e ir rebotando sobre el asfalto, mientras la moto se va golpeando hasta quedar partida en dos.
La caída de Lorenzo, a la que se llega por encima de los 150 kilómetros por hora, y que pareció deberse a un fallo de la moto, -pues bloqueó la rueda trasera y se activó nuevamente de golpe, provocando el conocido highside- forzó la detención de los entrenamientos (bandera roja) al perder aceite el motor de su Ducati Desmosedici, que quedó medio destrozada en pista, por lo que tuvieron que actuar con urgencia los servicios de limpieza.
El pasado 28 de septiembre, días después de sufrir un accidente en Motorland Aragón, que llevó consigo la lesión de dos de los dedos de su pie derecho, el piloto mallorquín de Ducati recibió permiso para poder estar en en el GP de Tailandia para probarse en pista. Sin embargo sus planes se han torcido con la caída sufrida.