El piloto español de Fórmula Uno Carlos Sainz (Renault), décimo en el Gran Premio de Australia de hoy, reconoció que lo pasó «muy mal» en la carrera debido a un problema en el sistema de hidratación y que «casi» vomita en el coche por la gran cantidad de agua que tuvo que ingerir.
«Al final estoy contento por salvar el punto, ha habido un momento en el que casi me pongo a vomitar, lo he pasado muy mal», confesó el piloto madrileño tras la carrera en Melbourne.
Sainz explicó que un problema con la bomba de agua que permite a los pilotos beber durante la carrera provocó que estuviera recibiendo agua en la cara y que tuviera que beber más líquido del esperado, lo cual ha provocado que luego tuviera un corte de digestión.
«Durante las primeras diez o quince vueltas me escupía agua a la cara, bebía mucho. Al salir el coche de seguridad tenía mucho líquido en el estómago y no me encontraba bien. He podido sobrevivir y he llegado a la meta como he podido», comentó el piloto madrileño de Renault.
Sainz recordó que al tener tanta agua en el estómago, las fuerzas 'g' que soportan los pilotos del monoplaza se notan y le provocaron este corte de digestión. «Es difícil evaluar el coche cuando vas tan incómodo (...). Si no vas cómodo, no te encuentras bien, no puedes ir al límite, no vas al cien por cien», finalizó.