El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) ha logrado este domingo la victoria en el Gran Premio de Singapur, disputado en el circuito urbano de Marina Bay, y se ha asentado en el liderato del Mundial tras el abandono de Sebastian Vettel (Ferrari), mientras que Carlos Sainz (Toro Rosso) ha finalizado en una meritoria cuarta plaza y Fernando Alonso (McLaren) ha abandonado en las primeras vueltas tras verse implicado en el accidente de salida.
De esta manera, Hamilton, que estuvo acompañado en el podio por el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) y el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), segundo y tercero respectivamente, suma ya 263 puntos en el campeonato, 28 más que Vettel, que se queda con 235 tras su cero en el circuito asiático, donde sólo han logrado terminar doce pilotos.
Mientras, Sainz consigue así su mejor posición en el campeonato, un cuarto puesto, en la misma semana en la que se ha anunciado su marcha a Renault en 2018 después de tres temporadas en Toro Rosso.
La irrupción tormentosa de la lluvia minutos antes de la salida ya hacía presagiar que la carrera sería movida bajo la noche asiática. Así, el caos reinó nada más apagarse los semáforos en el impresionante circuito urbano de Marina Bay. Falta de visibilidad y pista resbaladiza fueron una conjunción letal para los pilotos.
Así, el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), que partía cuarto, superaba en la primera curva por la izquierda al segundo en parrilla, el holandés Max Verstappen (Red Bull), que a su vez también veía cómo el alemán Sebastian Vettel (Ferrari) le adelantaba por la derecha.
Los dos monoplazas de la 'Scuderia' embutían al neerlandés y chocaban entre sí, tocando antes también el escandinavo a Verstappen. Así, a las primeras de cambio, Ferrari y el coche mejor posicionado de Red Bull se quedaban fuera de carrera.
ALONSO, VÍCTIMA DE LA CARAMBOLA
Sin embargo, el accidente se cobró una víctima más. Con el incidente, el español Fernando Alonso (McLaren) se colocaba tercero, pero el monoplaza a la deriba de Versatapen le condenó a subirse al piano, lo que dañó su fondo plano.
Aunque pudo seguir en carrera, el bicampeón del mundo tuvo que retirarse de la cita después de evidenciar que su monoplaza iba perdiendo potencia como consecuencia de lo acontecido. Se trata del sexto abandono de la temporada del asturiano tras los de Australia, China, Austria, Gran Bretaña y Bélgica.
El gran beneficiado de todo fue el británico Lewis Hamilton (Mercedes), que salía quinto y tomó el mando. Con el relanzamiento de la carrera tras la marcha del coche de seguridad, comenzó a distanciarse de su principal perseguidor, el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), con el finlandés Valtteri Bottas (Mercedes) ocupando momentáneamente posición de podio.
Otra de las grandes sorpresas fue la reacción de Carlos Sainz (Toro Rosso), que poco a poco se asentaba en la cuarta plaza después de iniciar el Gran Premio décimo. De hecho, atacó con valentía a Bottas, pero el escandinavo se llevó la lucha.
Tras el paso por boxes para cambiar a superblandos, el alemán Nico Hulkenberg, que será su compañero cuando recale en Renault en 2018, logró pasarle. Sin embargo, la degradación de los superblandos del vehículo del germano le fue, poco a poco, pasando factura, y el madrileño recuperó la posición.
Nada cambió de ahí al final, por lo que Hamilton consolida su hegemonía en el Mundial. Mientras, Sainz, exultante con gritos de '¡vamos!' y '¡toma!' por la radio, saborea su mejor posición en la Fórmula 1. La próxima cita, dentro de dos semanas en Malasia.