El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V), más que nunca, «tiró de genes» para conseguir su cuarta victoria de la temporada al imponerse en la última vuelta del Gran Premio de San Marino de MotoGP al italiano Danio Petrucci (Ducati Desmosedici GP17).
El circuito 'Marco Simoncelli' de Misano Adriático tuvo que rendirse a la ambición del campeón español -al que un sector del público aplaudió cuando se cayó en los últimos entrenamientos libres de la matinal del domingo mientras él les dedicó una «andanada de besos» mientras regresaba a su taller en una moto de la organización-, que esperó hasta la última vuelta para superar a Danilo Petrucci, cuando la lógica hacia pensar que una segunda plaza era mejor que el riesgo de una caída.
Pero la competitividad del piloto de Repsol Honda queda fuera de toda duda y una vez más quiso luchar por el máximo, por la victoria en MotoGP, y la consiguió de una manera espectacular, con un adelantamiento a final de recta a su rival y varias derrapadas a lo largo de un último giro que mantuvo a todos en un suspiro y que le permitieron acumular una ventaja en tan solo un giro de más de un segundo.
Con esta victoria el piloto de Repsol Honda empata al frente del campeonato con el piloto italiano a 199 puntos, mientras que Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1), que fue cuarto, es tercero a 16 puntos de ambos.
Cuando se apagó el semáforo Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) salió muy bien pero no pudo evitar que le sorprendiera el también español Jorge Lorenzo (Ducati Desmosedici GP17), se colocó líder de la carrera en la segunda curva.
Jorge Lorenzo comenzó a tirar con fuerza para intentar escaparse pero tras su estela se colocaron tanto Marc Márquez, que tuvo un primer susto en el tercer giro, como Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP17), líder en la provisional del mundial.
Poco a poco Jorge Lorenzo fue abriendo algo de hueco sobre sus rivales, más de tres segundos en la quinta vuelta respecto a Márquez, al que en la sexta superó el italiano Danilo Petrucci (Ducati Desmosedici GP17), sabedor de que en estas condiciones tenía una gran oportunidad de luchar por su primera victoria de la categoría.
A ritmo de vuelta rápida Jorge Lorenzo se estaba escapando de todos sus rivales pero en el séptimo giro, en la sexta curva su moto le lanzó por los aires y le alejó definitivamente de la que podría haber sido su primera victoria de la temporada y con la Ducati.
Ese accidente de Jorge Lorenzo dejó a Danilo Petrucci líder de la prueba, perseguido por Marc Márquez, que hizo algunos gestos a su taller como para que prepararan la segunda moto, y Andrea Dovizioso, mientras que Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1) ya había perdido, por entonces, casi seis segundos y el británico Cal Crutchlow (Honda RC 213 V) se fue por los suelos, aunque pudo recuperar su moto para continuar en carrera.
Las condiciones de la pista eran igual de extremas que el resto de categorías, por lo que las caídas volvieron a ser la nota predominante y a los percances de Jorge Lorenzo o Cal Crutchlow se unieron los del checo Karel Abraham y el francés Loris Baz, ambos sobre sendas Ducati Desmosedici GP15 antes de llegarse al ecuador de la carrera, prevista a 28 vueltas, como también poco después Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP16).
Ninguno de los pilotos de cabeza quería cometer errores que diesen al traste con su posición en el campeonato, lo que propició que tanto Marc Márquez -segundo-, como Andrea Dovizioso -tercero- o Maverick Viñales -cuarto-, diesen por buenos en esos instantes su clasificación en la prueba, a la espera de acontecimientos.
El español Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP), que era noveno en la decimocuarta vuelta, se fue por los suelos en el siguiente y ya no pudo continuar, como tampoco su compañero de equipo, el británico Sam Lowes, en tanto que el italiano Andrea Dovizioso tomó el camino de su taller con problemas en su Suzuki GSX RR.
En los talleres comenzaron a verse muchos movimientos y los mecánicos de Repsol Honda y Ducati fueron los primeros en preparar las segundas motos de Márquez, Dovizioso y Petrucci, aunque la pista no se encontraba todavía en condiciones como para rodar con los neumáticos de seco.
Petrucci marcó la vuelta rápida de carrera en el vigésimo giro, el mismo en el que Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V), uno de los aspirantes al título rodaba decimosexto, sin apenas ritmo con el asfalto mojado, y prácticamente decía con ese resultado adiós a sus posibilidades de ser campeón.
Una vuelta más tarde, vigésimo primera, Petrucci y Márquez volvieron a hacer vuelta rápida, mientras que Andrea Dovizioso optó por no arriesgar más de lo necesario y empezó a ceder terreno a sus rivales, sin que el líder de la carrera aflojase en lo más mínimo, lo que le hizo protagonizar otra vuelta rápida en la siguiente y también un gran susto que a punto estuvo de mandarlo al suelo.
Desde ahí hasta el final la carrera se convirtió en un mano a mano entre Petrucci y Márquez que se decantó del lado español por su ambición y eficacia en tan adversas condiciones, con Dovizioso tercero, Maverick Viñales cuarto y el italiano Michelle Pirro (Ducati Desmosedici GP17), quinto.
Mención especial se merece el francés Johann Zarco (Yamaha YZR M 1), que se cayó en la última curva del trazado y aunque su moto no arrancó decidió empujar la misma hasta atravesar la línea de meta, exhausto, en decimoquinta posición, justo por detrás de Dani Pedrosa.
Alex Rins situó su Suzuki GSX RR en la novena posición, con Pol Espargaró (KTM RC 16) undécimo, por delante de Álvaro Bautista (Ducati Desmosedici GP16) y no lograron acabar, por caída, Esteve «Tito» Rabat (Honda RC 213 V), Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP), Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP16) y Jorge Lorenzo (Ducati Desmosedici GP17).