Jorge Lorenzo, 23 años, nacido el 4 de Mayo de 1987 en Palma de Mallorca, son las señas de identidad del flamante nuevo rey de MotoGP, bicampeón del mundo en la categoría reina tras su segundo puesto en el Gran Premio de Australia, quien colecciona ya cuarto entorchados tras los que logró en los años 2006 y 2007, en la categoría de 250c.c., y las dos coronas en la categoría reina.
Lorenzo es ya el mejor piloto español de todos los tiempos, con permiso de Angel Nieto, tras ser el primero en ganar el título mundial de la categoría reina en más de una ocasión para España. El balear lo ha logrado a falta de una carrera para el final, en una temporada en donde ha mostrado una seguridad insultante y ha superado a Dani Pedrosa gracias a su regularidad sobre su Yamaha.
«Siempre que gano, Jorge es segundo», rezaba Pedrosa. En una frase, el catalán resumió la esencia de Lorenzo, el piloto más completo de la parrilla que ha sabido reconducir una osadía que rozaba la soberbia para, con pasos de un hombre más maduro, superar a su maestro Alex Crivillé y convertirse en el nuevo rey del motociclismo mundial tras una vida llena de éxito y récords.
Con seis años, Lorenzo ganó el Campeonato de Baleares, en lo que era su estreno en una competición oficial. Con la ayuda de su padre siguió sus entrenamientos y alternó el 'minicross' con el trial, una de sus grandes aficiones, y los inicios sobre el asfalto, practicando en un circuito propiedad de Chicho y en el parking de unos grandes almacenes. Era el año 1997 y Jorge Lorenzo ya había ganado ocho campeonatos autonómicos en las modalidades de motocross, trial y velocidad.
Precisamente el año 97, será uno de los mejores para Lorenzo, que debutaría en el ámbito nacional en la Copa Aprilia Caja Madrid de 50cc. Y justo en ese año su padre envió un video a Dani Amatriain, quien se fijó en él y se convirtió a partir de entonces en su mánager. Con 13 años, tuvo que pedir un permiso especial para poder participar en el Campeonato de España de Velocidad.
La Federación Española de Motociclismo se lo concedió y sólo un año más tarde quedaba cuarto en la modalidad de 125cc y se estrenó en el Europeo de la misma cilindrada, quedando en el sexto puesto. Su victoria en Braga (Portugal), le convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar una carrera del Europeo.
Hasta 2001 su equipo fue Monlau Competición, escuela de mecánica de competición dirigida por su mánager y mano derecha, Dani Amatriain. Sin embargo, Lorenzo siempre estará agradecido a Giampero Sacchi y al equipo Derbi, quienes le dieron la oportunidad de competir en el Mundial de Motociclismo en la categoría de 125cc. De nuevo por su edad, no pudo participar en las dos primeras carreras de 2002, hasta que cumplió la edad exigida por la Federación Internacional de Motociclismo. El 5 de mayo de 2002 se convirtió en el piloto más joven en disputas un mundial al debutar en el Gran Premio de Jerez, donde acabó en la vigésimo tercera posición.
Cuatro pruebas más tarde, en el Circuito de Catalunya, acabó decimocuarto sumando sus dos primeros puntos con 15 años y 42 días, batiendo un récord de precocidad en el Mundial. Pero la fecha que quedará grabada en el recuerdo de Lorenzo será el año 2003 y concretamente el Gran Premio de Brasil, donde el mallorquín se coronó con su primera victoria en el Campeonato Mundial de 125c.c. El joven piloto subía a lo más alto del deporte español.
PRINCIPE CON APRILIA Y REY DE YAMAHA AL DESTRONAR A ROSSI.
El 3 de noviembre de 2004, en el circuito de Cheste (Valencia), Jorge Lorenzo se subió por primera vez en una moto de 250cc. Y un año después dio el salto a esta categoría para lograr su primera 'pole position' en el Gran Premio de Italia, para terminar segundo en su primer podio. El años siguiente, dejó Honda y con su nueva Aprilia inició dos años de tiranía en el cuarto de litro. En 2006 logró ocho victorias y su primera corona mundial y en 2007 subió hasta nueve triunfos para reafirmar su doble reinado en el cuarto de litro.
Sin embargo, al mallorquín se le quedó pequeña la categoría y ascendió a MotoGP en busca de nuevos retos con Yamaha, en donde tuvo que compartir equipo con el mejor piloto de la historia, el italiano Valentino Rossi. En su primera carrera, Lorenzo demostró que no iba a ser el escudero de nadie: logró la 'pole' y la segunda posición en Qatar. En la tercera carrera, estrenó su palmarés de MotoGP en Estoril.
Sin embargo, un rosario de retiradas y lesiones lastró su primer año en la máxima categoría, que concluyó en cuarta posición. Ya en su segunda temporada, se mostró mucho más adaptado, aprendió a dominar completamente su Yamaha, logró cuatro victorias y solo se quedó fuera del podio en cinco de las 17 pruebas del calendario. Subcampeonato mundial antes de desbancar definitivamente a Valentino Rossi en el 2010.
Tras completar una temporada simplemente perfecta, fue en el 2010 cuando el balear se coronó por primera vez campeón del Mundo de MotoGP, volviendo a escribir el nombre de un piloto español en la categoría reina del motociclismo mundial, once años después de que Alex Crivillé lograra la corona en la extinta categoría de 500cc. Con más cabeza y el mismo corazón, Lorenzo conquistó hasta siete triunfos y tres segundos puestos en diez pruebas.
En aquella temporada, las lesiones de Dani Pedrosa y de un Rossi que, superado por su pupilo optó por pasarse a Ducati la siguiente temporada, terminaron de alfombrar el camino hacia la gloria de Lorenzo. Ahora, en este 2012, con el nueve veces campeón del mundo fuera de combate, el nuevo rey del motociclismo mundial ha conseguido imponerse a sus rivales gracias a su tesón y una paciencia que ha ido puliendo poco a poco.
Precisamente el punto de inflexión del piloto mallorquín comenzó en Australia, en 2011, cuando un error le llevó a romperse el dedo anular sobre el asfalto de Phillip Island, en una sesión de calentamiento cuando trataba de imponerse al local Casey Stoner. Tras su paso por le hospital, Lorenzo aprendió lo importante de las equivocaciones y decidió que nunca más volvería a tropezar con la misma piedra.
Ahora, en un curso en donde el mallorquín se ha clasificado primero o segundo en todas las carreras que ha terminado -en Holanda fue derribado por Alvaro Bautista en la primera curva-, Lorenzo ha escrito su nombre en el cielo del motociclismo español con su segundo entorchado. Y lo ha hecho en una batalla cuerpo a cuerpo con Pedrosa, un más que digno subcampeón al quien en Australia le pudo la presión y, tras su caída, puso en bandeja el título a su rival.