Hugo González de Oliveira exhibió las credenciales que le convierten en una futura gran estrella de la natación al acabar sexto en la final de los 100 metros espalda de los Juegos Olímpicos de Tokio, rebajando en más de dos décimas el registro de las semifinales para firmar su mejor marca personal con 52.78 y dejar muy buenas sensaciones de cara a su segunda prueba. De esta manera, González da a Baleares su primer diploma olímpico en Tokio 2020.
El oro fue para el ruso Rylov, que sorprendió a los dos grandes favoritos para hacerse con el triunfo con nuevo récord de Europa, 51.98, por delante de su compatriota Kliment Kolesnikov (52.00), plata, y el estadounidense Ryan Murphy, bronce con 52.19.
El nadador nacido en Palma de Mallorca, de 22 años y subcampeón de Europa de la distancia, salía desde la calle 1, con los 53.05 de referencia de las semifinales que le dieron el séptimo mejor registro y el billete para su primera final olímpica. Una cita en la que estuvo a la altura e igualó el registro de Rafael Escalas, sexto en Los Ángeles 84 dentro de los 1.500 metros.
Ahora, González tendrá una segunda oportunidad en los 200 estilos, prueba en la que es vigente campeón de Europa y parte con una de las mejores marcas de salida dentro de la notable nómina de participantes, siendo claro aspirante a estar de nuevo en la final, pero también a pelear por medalla.