El pasado Europeo y sus tres medallas, entre ellas el oro en 200 estilos, acabaron por situar a Hugo González de Oliveira (Palma, 1999) en la élite mundial. Unos resultados que le colocan como candidato a presea especialmente en la distancia en la que aterriza como monarca europeo, aunque tiene un Plan B en los 100 espalda. Pero el nadador palmesano, aunque formado en Madrid, se quita la presión de encima y marca como desafío en sus segundos Juegos «hacer mi mejor marca y dar el máximo en la piscina».
«Venimos para competir y nadar rápido», añade González, que comparece en Tokio destilando «ganas e ilusión por competir, demostrar al mundo que el trabajo se ha hecho bien y dejar el pabellón español alto", refería el deportista isleño, que convierte «la presión que llega desde fuera en ánimos».
Conocido el escenario de competición, admite Hugo que «no parece una piscina grande», y pensando en su prueba de referencia, los 200 estilos, confiesa que intenta «mantenerme dentro de mi 'burbuja' y no pensar en lo que dice la gente», en referencia a la exigencia en forma de resultados que se le plantean, más desde su explosión final en Budapest.
Hugo González se estrena el domingo (13:01 horas en España) en las series de 100 espalda, para adentrarse en los 200 estilos el miércoles 28, con las eliminatorias que darán inicio en idéntico horario.
Cinco años después, vuelve Hugo a unos Juegos. Y las diferencias son ostensibles. A Río llegó con 17 años, «sin entrenador y adaptándome al plan del equipo... Ahora, llego con más experiencia y dispuesto a disfrutar, tratándolo como una competición más y con la exigencia de dar el máximo cada vez que me lance al agua», significaba desde la Villa Olímpica, donde disfruta y vive «cada momento de esta experiencia».