Nunca es tarde si la dicha es buena. Y Mavi García ha llegado a tiempo al ciclismo para cumplir el sueño de todo deportista. Con 37 años, y siendo la más veterana de la Armada balear, la corredora del Alé BTC Ljubljana tiene la posibilidad de entrar de manera deifinitiva en la leyenda del deporte isleño. Su nombre suena con fuerza entre las mejores, las aspirantes a las tres medallas que se repartirán tras una carrera que se prevé dura, marcada por la humedad y las altas temperaturas, y en la que el cuarteto de Países Bajos copará todas las miradas.
«Veo a Van der Breggen como la más fuerte ahora mismo», refiere Mavi, que junto a Ane Santesteban formará la dupla española en la prueba olímpica en línea -la mallorquina participará el miércoles en la contrarreloj-, que arrancará a las 6 de la mañana (hora española, 13:00 en Japón) desde el Parque Mushashinonomori para, tras 137 kilómetros de constantes desniveles (un acumulado de 2.692 metros), comparecer en la meta del Cicuito Internacional de Fuji, escenario en los últimos años del Gran Premio de Japón de Fórmula Uno.
La 'pole' la ocupan en los pronósticos las neerlandesas. Van Vleuten, Van der Breggen, Vos y Vollering imponen respeto por su palmarés, pero Mavi ha demostrado en las clásicas (Amstel, Flecha, Strade Bianche...) que puede estar con ellas en un final en grupo.
Las ascensiones a Doshi Road y Kagosaka Pass pueden ser determinantes en el tramo final de una carrera larga, tensa, y en la que solo tres tendrán recompensa, con una rampa final en el mismo trazado del circuito que podría realizar la criba final en la pugna por el podio, al que Mavi García apunta y aspira, presentándose en Tokio, sus primeros Juegos tras poco más de un lustro como profesional del ciclismo, como campeona de España de línea y crono en los dos últimos años, y «con buenas piernas» tras acabar quinta en el Giro de Italia, su último test previo a la batalla del Monte Fuji.
El cuarteto de Países Bajos es el equipo a batir. Pero Italia (Bastianelli, Longo Borghini, Paladin y Cavalli), Australia (Spratt), Estados Unidos (Dygert, Thomas...) e individualidades como las de la polaca Niewiadoma o la belga Kopecky están llamadas a tener protagonismo en una cita en la que las más fuertes ante un recorrido y unas condiciones climatológicas exigentes serán las que acaben por colgarse una de las tres medallas en juego.