La gimnasia artística balear prometía una participación histórica en Tokio 2020, pero las circunstancias dejaron en un único representante la ‘Armada' isleña. El descarte técnico a última hora de Adrià Vera y la renuncia por su lesión en la rodilla de Cintia Rodríguez han dejado a Nicolau Mir Rosselló (Palma, 2000) como el único superviviente dentro de esta carrera por ser olímpicos.
Mir está llamado a ser el referente de la selección en próximos ciclos, pero sus resultados y su rendimiento le han llevado de inmediato a ser un fijo en los planes de Fernando Siscar.
No en vano, el palmesano lleva la gimnasia artística en los genes. Heredero de una saga que ha hecho del Xelska un club de referencia a nivel estatal y exponente del trabajo del Centre de Tecnificació (CTEIB), Nicolau seguirá los pasos de su padre, que ya fue a los Juegos de Atenas, Pekín y Londres como responsable logístico del equipo de gimnasia. Eso sí, él será el primer gimnasta que representará a su club, el Xelska, en la gran cita de la gimnasia.
Margen
Aprovechó Mir el año del aplazamiento de los Juegos para recuperarse de una lesión en el hombro y no ha bajado la guardia. Artífice de la clasificación de España para los Juegos en el Mundial de 2019, será uno de los elegidos para formar con España en el concurso por selecciones. Finalmente, Néstor Abad, el mallorquín Nicolau Mir, Thierno Boubacar Diallo, Joel Plata y Ray Zapata serán los representantes de nuestro país en una cita que culminará el ciclo más largo.
Preparación
El regreso a la competición internacional en Doha y Suiza durante estas últimas semanas ha sido una buena pista de pruebas para Mir y sus compañeros. «Era necesario para recuperar sensaciones», asegura Nicolau en su último entrenamiento en el CTEIB antes de regresar a Madrid para iniciar la concentración decisiva antes de volar rumbo a Tokio, donde ya tienen asumido que no contarán con el apoyo del público. «Se nos hará raro, pero durante estos meses, por desgracia, nos hemos tenido que acostumbrar a ello, tanto en competiciones como en los controles», afirma al respecto Mir, quien lamenta la ausencia en Tokio de Cintia y Adrià, «con quienes he pasado muchas horas entrenando, y en parte, intentaré hacerlo lo mejor posible también por ellos, se merecen que nos acordemos por todo lo que han hecho durante estos años», comentaba.
Metas
El objetivo de Nicolau y sus compañeros es meter a España por primera vez en la final olímpica por equipos, «nunca se ha conseguido y no es imposible. Tendremos una rotación de nivel que nos puede servir para alcanzar ese objetivo. Creo que sí podemos este año», proseguía el balear, quien a nivel individual no renuncia «a pelear por el All Around, y después de meter dificultad en salto, puedo luchar por la final, incluso en suelo, donde las tuve cerca en el Mundial y el Europeo».
Manejar la tensión y la ilusión previas a su debut olímpico es clave, pero es claro al admitir que viajará a Japón con la maleta «cargada de ambición. Debemos tener mentalidad positiva, disfrutar al máximo del momento y la competición y hacer un buen papel», destacó.
Y sabe que Tokio debe ser su primera parada olímpica. «Creo que me quedan dos Juegos para dar lo máximo», advierte Mir.