Rafael Nadal: 25 años del origen de una leyenda

En 16 de julio de 2000 el tenista de Manacor se proclamó campeón de España infantil confirmando las expectativas depositadas sobre él, pero que sin duda se quedaron cortas

Rafael Nadal y Tomeu Salvà posan en el Príncipes de España en julio de 2000 tras proclamarse campeón y subcampeón de España infantil | Foto: M. À. Cañellas

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Aparcamos el fútbol en este capítulo. Era muy joven y no era noticia de primera página, pero sí de interior. Tampoco existía la Academia en el inicio de la carretera de Calas de Mallorca en Manacor y todavía las grandes marcas no se lo rifaban para promocionar sus productos. Los periodistas mediáticos de este país aún no le entrevistaban ni vertían sus halagos al pronunciar su nombre y las portadas de los grandes periódicos deportivos aún no eran para él. Sin embargo, en la Isla, los medios escritos ya habían hecho circular su nombre en más de una ocasión. Ultima Hora, de la mano de Juan Amador Pons, se había hecho eco en reiteradas ocasiones del crecimiento de un joven tenista, de nombre Rafael y de apellido Nadal, que era sobrino de Miquel Àngel, jugador del Barcelona, y que apuntaba a figura del tenis.

Los que en su día siguieron los primeros pasos de Rafael pusieron en alerta ya de lo que estaba por llegar, pero por mucho que anunciaran el nacimiento de un gran jugador, era imposible aventurar que se retiraría de su carrera profesional 22 Grand Slam, 36 Masters 1000, 23 ATP 500, 10 ATP 250 y una medalla olímpica. Sería además propietario de 14 títulos de Roland Garros, con una estatua en los exteriores del recinto y una simbólica huella en la pista central.

Con el paso de los años se ha convertido en el mejor deportista de la historia de España y sin duda en uno de los top cinco mundiales. Todo a ritmo de vértigo. Pero hace justo 25 años, con los focos apuntando hacia otras direcciones, un niño en edad infantil con apenas 14 años, se coronaba campeón de España ganando precisamente a uno de sus mejores amigos y otra de las promesas del tenis mundial, Tomeu Salvà.

Un joven Tomeu Salvà ilustraba en Ultima Hora la previa de la final del Campeonato de España.

Curiosamente los dos se enfrentaron en la final del campeonato de España de esa categoría. El resultado final sería de 6-4, 5-7 y 6-4 para el de Manacor. El torneo se celebró en Madrid y ambos fueron los grandes protagonistas porque además de enfrentarse en la final, también ganaron el dobles tras imponerse a la pareja formada por Marcel Granollers y David Díaz por un doble 6-3.

El domingo 16 de julio de 2000 ambos se enfrentaron en la final y Nadal, que partía como favorito, se llevó el partido. El jugador manacorí era el líder de la selección española en su categoría y había demostrado en el Campeonato de Europa por selecciones, en el que España consiguió la medalla de bronce y en el que Nadal no perdió ni un solo partido, que estaba atravesando un buen momento. El cuadro se podía rellenar antes de jugarse, pero hubo alguna sorpresas.

Imagen de la crónica del triunfo de Rafael Nadal ante Tomeu Salvà.

Rafael ha llevado a cabo partidos muy épicos durante su carrera y en ese campeonato de España no podía ser menos. En la segunda ronda del torneo el joven Nadal se rompió el dedo meñique de la mano izquierda, él es zurdo, y tenía que echar precisamente mano de su capacidad de sufrimiento. Explicaba Amador Pons que los entrenadores que le conocían aseguraban que ganaba aunque jugara mal, pero un dedo roto parecía demasiado incluso para él.

Sin embargo, Nadal no abandonó y ganó todos sus encuentros con relativa comodidad hasta llegar a la final. En ese encuentro se encontró con Tomeu Salvà, uno de sus mejores amigos y otro tenista con un don especial. De hecho el tenista de Cala Millor asombró a todos en el campeonato de España llegando a la final y por momentos tuvo contra las cuerdas al futuro número uno del tenis mundial.

Reportaje a Nadal y Salvà en la páginas de Ultima Hora en julio de 2000.

Pero Nadal demostró lo que ha venido demostrando a lo largo de su gran carrera, que si algo tiene por encima de todo es capacidad de sufrimiento y de superación y pese a tener un dedo roto logró levanta el partido ante un Salvà muy entonado. Esa buena actuación les permitió acceder al campeonato de Europa infantil, pero Nadal no pudo disputarlo por culpa precisamente de la lesión en el dedo.

Juan Amador Pons en su época de periodista de Ultima Hora fue descubriendo y resdescubriendo casi mes a mes y año a año a un jovencísimo Rafael Nadal. De él dijo que era en 2000 y cuando tenía penas 14 años «el número uno». «Rafael Nadal es el número 1 indiscutible del tenis español. A nivel europeo sólo el francés Gasquet puede hacerle frente, pero se comenta que ha quedado estancado. Sea como fuere su currículum asusta. Campeón de España alevín (97 y 98), de Europa alevín (98), de España infantil (98,99 y 00), de Europa Sub 13 (99) y del mundo en el 2000. Es además el número uno de la selección española con la que ha cosechado un subcampeonato y un tercer puesto en los Europeos». Era un ganador nato.

Esa misma semana, tras regresar ambos del campeonato de España, Nadal y Salvà posaron para el Miquel Àngel Cañellas, uno de los grandes reporteros gráficos de Ultima Hora, que les fotografió en el polideportivo Príncipes de España. Antes de un entrenamiento y bajo un sol de justicia, los dos tenistas mostraron sus trofeos y continuaron con el trabajo en esas instalaciones. No había más medios, ni jefes de prensa que pusieran todas las pegas del mundo atendiendo a motivos de agenda, de compromisos, de falta de tiempo. Los dos eran niños y se comportaban como tal observando un futuro lleno de éxitos si seguían en la línea en la que estaban trabajando.

En 2004, apenas cuatro años después, un quince de agosto, Rafael ganaba su primer título ATP en Sopot. Tenía 18 años, cuatro más de cuando se llevó a cabo el reportaje en el Príncipes de España. El 5 de junio de 2005 ganaba su primer Roland Garros. El resto es historia. El resto forma parte ya de la leyenda del deporte mundial.