México 86 fue un Mundial espectacular por muchos motivos y es especialmente recordado por la victoria de Argentina y por los goles que anotó Diego Armando Maradona, uno de ellos con la mano y otro tras superar a medio equipo de Inglaterra. Sin embargo, ese Mundial fue también muy importante porque el Real Mallorca echó sus redes sobre el que fue uno de los porteros revelación de ese campeonato, el guardameta titular de Marruecos Zaki Badou.
Hasta ese momento el arquero era un total desconocido, pero el Mundial es un escaparate inmenso para los futbolistas y brillar en una fase final de una Copa del Mundo supone abrirse muchas puertas. Y la que se abrió fue la del Real Mallorca. En plena competición los primeros rumores de su fichaje empezaron a asomar con fuerza en la prensa mallorquina, que no iba desencaminada con sus apreciaciones.
La primera información la publicó Ultima Hora durante el mundial de Mexico cuando se hizo eco del interés del Mallorca en el portero de la selección marroquí. «No es, por supuesto, el conjunto mallorquín el único postor para este hombre que ha encajado en el Mundial mejicano su primer gol en los últimos once encuentros y que milita en el WAC de Casablaca sin excesivo interés por aceptar las numerosas ofertas que tiene del fútbol francés y, dicen, del Atlético de Madrid que anda loco tras un portero. De Badou ha dicho Helenio Herrera que es el mejor portero del mundo y los gerifaltes mallorquinistas tratarían de hacer valer la amistad personal de este hombre, casado con 26 años de edad y con dos hijos, con el actual jugador mallorquinista Hassan Fadil».
Realmente, ¿cómo se gestó el fichaje de Zaki? Tuvo mucho que ver, como muy bien apuntó este periódico en el 86, otro exjugador del Real Mallorca, su compañero Hassan Fadil. El atacante había llegado en el 85 a la Isla y sumaba ya una temporada vistiendo la camiseta del equipo rojillo.
En un momento dado él fue clave para que llegara su compatriota al club balear. «Yo conocía la calidad de Zaki y cuando Miguel Contestí y Serra Ferrer me comentaron que tenían previsto traer a un portero de Europa, les dije inmediatamente que antes de hacer nada miraran los partidos de Zaki en el mundial 86 en México y nada más verlo me llamaron y me dijeron, Hassan queremos ficharle y fue el mejor del mundo, fue único», relataba el exfutbolista del Real Mallorca.
A partir de ahí la maquinaria de Miquel Contestí se puso a trabajar. Uno de los agentes que trabajaba mucho en Mallorca era Roberto Dale, que varios años atrás, por ejemplo, había mediado en el fichaje de Tomeu Llompart por el Elche. Era un representante veterano, con experiencia y contactos y fue él quien dirigió la operación.
Y Dale trabajó para el Mallorca y trasladó la oferta del club balear a Zaki Badou durante la concentración de la selección marroquí en México. La oferta del Mallorca resultó la más sólida porque todo lo demás fueron rumores. Como por ejemplo el interés del Atlético de Madrid, que nunca se llegó a concretar. El Mallorca finalmente se hizo con Zaki tras pagar unos 20 millones de pesetas a su club de origen mientras que el portero cobraría cuarenta millones (de pesetas). La afición se frotaba los ojos cada vez que abría el periódico por la mañana y veía cómo el fichaje del mejor guardameta del mundo se hacía finalmente realidad.
El futbolista llegó el 16 de julio de 1986 a Palma acompañando por Roberto Dale y Lafuente Balle, asesor jurídico del club bermellón. «He querido jugar en España porque está cerca de marruecos y hay más posibilidades de una mejor y rápida adaptación. Además, mi compatriota Hassan me habló bien de Mallorca», explicaba el futbolista nada más aterrizar en Palma hace 39 años.
Pero la adaptación no fue sencilla porque inicialmente el club le buscó un piso en la zona de la calle Foners, algo que llamó mucho la atención entre los vecinos de la zona que observaban como el ídolo del mallorquinismo era uno más en una zona muy popular de Ciutat.
Sin embargo, el guardameta venía de un país diferente y de una ciudad también distinta como era Casablanca y eso le dificultó mucho la adaptación. «Había mucho ruido y me costaba dormir» explicaba meses después. Tuvo que mudarse a una urbanización de Cala Blava y ahí encontró la paz que necesitaba para poder descansar con tranquilidad.
Y a partir de ahí la leyenda de Zaki fue creciendo y consolidándose. El guardameta entró muy bien al vestuario, siempre se le veía con una sonrisa, Hassan le ayudó mucho en la adaptación y con una rapidez extraordinaria el guardameta se convirtió por espacio de cinco temporadas y cinco partidos de la sexta en un ídolo para la afición.
Durante su presencia en la Isla forjó una gran amistad con Miquel Contestí con el que salía a pescar habitualmente, también le gustaba la caza, según apuntan las crónicas de la época. Pero lo que más le atraía también era poder viajar a su país entre partido y partido cuando el calendario lo permitía. Precisamente ese fue uno de los motivos por los cuales se distanció de Serra Ferrer y el detonante principal de su adiós precipitado.
Los acontecimientos se fueron sucediendo durante el mes de septiembre de 1991 cuando el futbolista se marchó a su país. Serra Ferrer explicaba lo sucedido con el portero. Para él, explicaba el técnico, Zaki era una pieza fundamental del equipo, pero él se sentía mal cuando pasaba periodos de tiempo relativamente largos fuera de Marruecos. Antes de jugar en Tenerife (el día 6 de octubre de 1991 fue su último partido) Zaki le pidió permiso para marcharse, Serra se lo negó porque el miércoles siguiente se disputaba un partido de Copa (jugó Molondro de titular), y esta es una competición que yo valoraba mucho Serra.
Además, el Mallorca era el vigente subcampeón, y lo que pretendía Zaki le parecía a Serra una falta de respeto para sus compañeros. El Mallorca ganó en Tenerife, Zaki insistió en marcharse y el técnico le volvió a negar el permiso. En ese instante la crónicas apuntan a que el guardameta se marchó por su cuenta. A partir de ahí la relación entre ambos se enfrió, porque por bien del equipo y del vestuario el técnico no dio su brazo a torcer.
Zaki ya no volvería a jugar más con el Real Mallorca, pero el conflicto se prolongó hasta finales de octubre, que fue cuando el club tomó la decisión de resolver el contrato. Miquel Contestí, que era el presidente del Real Mallorca, explicaba que situaciones como esa «son las que hacen de un directivo un cargo poco grato».
Y es que todo se enturbió porque Zaki llevó a cabo una manifestaciones acusando a Serra Ferrer de predisponer a la plantilla en su contra. Esteva Fradera, que ese año era el capitán del Mallorca, tuvo que ‘mojarse’ respecto a ese conflicto. «El problema Zaki debe diferenciarse con claridad. Por un lado, existe el enfrentamiento personal entre el portero y el míster y, por otro, el problema que se ha suscitado con la indisciplina cometida por Zaki al marcharse sin permiso. El único problema que nos afecta directamente a nosotros es la indisciplina de Zaki al irse a Marruecos», manifestaba Fradera.
Aseguró sin embargo que Serra «en absoluto» predispuso al vestuario en contra de Zaki. Finalmente todo se resolvió con un comunicado por parte del club anunciando la salida del portero el 28 de octubre de 1991, un escrito en el que se indicaba que de esta manera «se resolvía de forma definitiva el contrato profesional».
Zaki dijo que su marcha a Marruecos se debía a una urgencia personal, pero lo cierto es que todo formó parte de una nebulosa nunca bien aclarada. El tiempo pasó y la presencia de Zaki en la Isla fue intermitente, pero más o menos constante. La última fue esta pasada temporada.
La afición siempre se ha quedado con sus buenas actuaciones, con su sonrisa y con sus partidos. Le hubiese gustado que siguiera más temporadas en el club, pero no se dio. Su vinculación con el Mallorca acabó de forma abrupta, pero siempre ha prevalecido el buen recuerdo que dejó.
MallorquíPalmaEzaki y no Zaki.