En la semana más convulsa que se recuerda en el fútbol español, en unos días que debían ser de fiesta y se convirtieron en bochorno y vergüenza, el recibimiento que le tributó este domingo Felanitx a Mariona Caldentey fue un atisbo de luz entre tanta oscuridad. El caso Luis Rubiales se ha llevado por delante el histórico título conquistado el pasado domingo por la selección española femenina con la jugadora mallorquina como una de las protagonistas.
El tsunami provocado tras el beso del apartado presidente de la RFEF ha destrozado todo a su paso durante una semana nefasta para las protagonistas del éxito. Pero Felanitx se entregó a su paisana para darle el merecido homenaje. Desde el consistorio hasta la gente de la calle se volcaron para endulzar a Mariona después de las amargas horas vividas desde que alzaron el título... La fiesta de Felanitx supone un oasis en medio de una tempestad que continuará en los próximos días.
Porque el nuevo presidente interino de la Federación ha citado este lunes a todos los mandatarios de las territoriales para analizar la situación. La catarata de reacciones contra Rubiales ya es imparable. Suspendido por la FIFA durante 90 días, el fútbol español debe dar carpetazo, limpiar toda la suciedad y empezar de nuevo. Felanitx y el tributo a Mariona Caldentey supone una bocanada de aire fresco y de ilusión entre la oscuridad de una semana para olvidar...