Un Mundial para la historia el que hemos vivido durante este inolvidable mes en Australia y Nueva Zelanda. Así como desde 2010 recordamos ese 11 de julio donde tocamos el cielo en Johannesburgo, desde el 20 de agosto de 2023 también recordaremos Sídney.
Hoy son campeonas del mundo, leyendas, históricas, guerreras, luchadoras, pioneras y una larga lista de calificativos...pero no ha sido fácil llegar hasta aquí. Ni mucho menos. Hemos logrado un hito, hacernos con el oro en nuestra tercera participación en una Copa del Mundo.
Las mallorquinas Mariona Caldentey y Cata Coll son la cara visible del esfuerzo de muchas mujeres y futbolistas que no han dejado de luchar para que el fútbol femenino español esté hoy donde se merece.
Pero este largo camino empezó en 2015 y, fruto de ello, ha sido este éxito que también pertenece a las mallorquinas que no han dejado de luchar para que este sueño, este increíble sueño, se haya convertido en una realidad.
A Virginia Torrecilla, primera mallorquina en disputar una Copa del Mundo, a Patri Guijarro por defender unos derechos y mejoras dignos hasta las últimas consecuencias, a Maitane López por ser parte de este largo camino, a Patri Mascaró y a Pili Espadas que fueron referente sin saberlo de todas aquellas niñas, servidora incluida, que algún día soñamos con ser futbolistas profesionales. Hoy ese sueño es una realidad. Espero (y deseo) que no sea flor de un día.