Tras un domingo de celebración que se alargó hasta la madrugada, el entrenador del Andratx, José Contreras, analizó ayer el hito de proclamarse campeón de Tercera División con el Andratx. «La verdad que ha sido una sorpresa. El año pasado, tras descender de 2ª RFEF, nuestro objetivo era consolidarnos en la categoría y apostar por gente joven. Como mucho diría que nuestro tope era entrar en la liguilla, pero no salir campeón», explicaba ayer tras buscar a sus hijos de 10 y 7 años al colegio.
Contreras logró ascender al equipo de Primera Regional a Tercera, consiguió hace dos años llevarlo a 2ª RFEF, pero la categoría se le hizo demasiado grande al equipo, bajó a Tercera y el año que viene el equipo volverá a estar en la cuarta división del fútbol nacional. «Hay una gran diferencia entre Tercera y 2ª RFEF por los presupuestos que se manejan. El ejemplo más claro es el Mallorca B. El año pasado se paseaban por la categoría y ganaron el título con 20 puntos de diferencia y este año estamos viendo las dificultades por las que están pasando que les ha llevado a descender».
Una prueba de la gran campaña realizada por el equipo es que ha terminado la competición siendo el conjunto más goleador con 67 dianas y el menos goleado con 20 tantos recibidos.
El triunfo en la penúltima jornada del Manacor en casa de la Penya Independent y la victoria del Andratx en el Coll hizo que en la última jornada, el conjunto de Contreras dependiera de sí mismo para proclamarse campeón. Y no falló. El pasado domingo vencía por un claro 3-0 al Inter Manacor y certificaba su triunfo absoluto. «Uno de los aspectos más importantes de la temporada es que en los enfrentamientos con los principales equipos de la categoría hemos salido victoriosos salvo en casa contra la Penya Independent, que perdimos, aunque también es verdad que fallamos un penalti». Ese partido, jugado hace menos de un mes, fue un momento crítico porque les hizo retroceder a la segunda posición, pero el ‘favor' del Manacor ante los ibicencos les permitió depender de ellos mismos el domingo. Y no fallaron.
Para que un proyecto deportivo llegue al éxito, debe haber una comunión entre jugadores, cuerpo técnico y propiedad y en este caso no ha habido excepción. «Todo lo que he conseguido como entrenador se lo debo al presidente, Rafa Ribot, que siempre me ha apoyado, me ha dejado trabajar y ha confiado en mis decisiones». Dentro de unos días ambos se reunirán para hablar de futuro, ya que Contreras firma sus contratos de año en año. «Somos un matrimonio bien avenido y no habrá problemas», aseguró. Contreras considera que es más difícil llegar a la elite siendo entrenador que jugador «porque hay menos puestos de técnico que de jugador» y afirma estar «encantado de ver a Tato entrenar al Atlètic Baleares. Hay muchos entrenadores jóvenes preparados y me gusta que se apueste por ellos».
Este administrativo, que trabaja desde hace 30 años en el mismo despacho de abogados, agradece a sus compañeros, pero sobre todo a su mujer, su apoyo y las facilidades que le dan para que siga pudiéndose dedicar a su gran pasión.