Dos días antes de ese maldito 15 de enero había celebrado su diecinueve cumpleaños. Esa mañana de sábado, Jagoba Agote López, nacido en 2003, ya no se despertó. Muerte súbita. Tan fulminante como desgarrador para los familiares y amigos de un chaval que apenas unas horas antes, el día 13, había soplado diecinueve velas con la ilusión y los sueños de cualquier adolescente. Defensa central, contundente en el juego aéreo, admirador de Gerard Piqué y exjugador de la escoleta del Sporting Palma, Rotlet Molinar, Penya Arrabal y Son Oliva, su fallecimiento ha provocado una profunda conmoción.
Dos semanas después, y todavía con las secuelas de la tragedia reflejada en el alma y el corazón, el fútbol balear quiso reunirse para recordar a Jagoba. El entrenador Juan Felipe ‘Espi', con un dilatado recorrido en el fútbol regional y de base, se puso manos a la obra y su trabajo quedó reflejado en la noche del pasado lunes en el campo del Rotlet Molinar. «Era un chaval carismático, con mucho genio y que se hacía querer dentro del grupo. De esos chicos que dejan huella en un vestuario», comenta Espi, que organizó el amistoso entre el infantil que él dirigió con Jagoba y un combinado de amigos suyos que jugaron con él en otros equipos.
El presidente de la Federació Balear de Futbol (FFIB), Miquel Bestard, asistió al acto y uno de los momentos más emotivos fue cuando el padre de Jagoba recibió una camiseta de la selección balear con el nombre de Jagoba y el dorsal 4, que seguro que ya luce en el cielo.