Nada más que seis victorias en sus últimos 16 partidos europeos, el triunfo agónico en Milán o el empate con el que sobrevivió ante el Oporto alertan al Atlético de Madrid, que expone en el Wanda Metropolitano sus inquietudes propias y recurrentes en la Liga de Campeones con una contraofensiva frente al Liverpool, el equipo más rematador y goleador de esta edición del torneo y el adversario más visible y temible por la cima del grupo.
Sus ocho goles y sus 44 tiros transforman al conjunto inglés en la referencia ofensiva más imponente hasta ahora en las dos primeras citas del máximo torneo continental y agrandan el desafío que le aguarda al Atlético, aún por encontrarse en toda su dimensión, al menos las expectativas que despierta una plantilla tan potente, que necesita armarse en un equipo incontestable y que está pendiente de encajar dos piezas esenciales: Antoine Griezmann y Rodrigo de Paul. Al primero se le espera en el banquillo; al segundo, en el once.
Por otra parte, el Madrid se la juega en Kiev. Inmerso en una inesperada racha negativa, sorprendido por el debutante Sheriff en el Santiago Bernabéu y con derrota en casa del Espanyol, el equipo de Ancelotti encara una cita importante en Kiev, ante un Shakhtar Donetsk que salió victorioso de los dos duelos entre ambos en la última edición de la Liga de Campeones, con la necesidad de sumar para evitar complicaciones.