El 1-1 contra Polonia, el segundo en sus dos partidos en la Eurocopa 2020, obliga a la selección española a ganar en la última jornada a Eslovaquia para poder clasificarse sin depender de nadie para los octavos de final, a los que aún puede avanzar como primera de grupo si ella gana su encuentro y Polonia vence a Suecia.
Es una de las dos combinaciones que le permitiría aún dominar el cuarteto hacia la siguiente ronda. La otra sería un triunfo suyo por más de un gol de diferencia y un empate entre Polonia y Suecia.
Pero en todas las posibilidades que le garantizan la clasificación siempre está la misma premisa: la de su victoria contra Eslovaquia.
En el caso de que España lograra el triunfo y Suecia hiciera lo propio ante Polonia, el equipo entrenado por Luis Enrique debería conformarse con la segunda posición.
Con un empate de España ante Eslovaquia, sus opciones quedan sujetas a otros marcadores. Por un lado, a los puntos que consiga cada tercero de los seis grupos -se clasifican los cuatro mejores-, aunque los tres puntos que tendría parecen a día de hoy cortos para alcanzar un sitio en los octavos de final. Y, por otro, a la necesidad de que Polonia no gane el miércoles a Suecia.