Raúl de Tomás Gómez (Madrid, 1994) es seguramente el jugador más representativo del Espanyol tras el paso del conjunto blanquiazul por el taller del mercado de invierno. Además de ser el fichaje más caro en la historia de la entidad —abonó algo más de 20 millones de euros al Benfica—, ahora es también su principal argumento ofensivo. Después de caer de pie en Cornellà —cuatro partidos, cuatro goles— se enfrenta a su primer partido marcado en rojo con la camiseta blanquiazul. Será el quinto de su carrera contra el Mallorca y la última vez que se cruzó en su camino le endosó un doblete que dejaba a los isleños malheridos poco antes del descenso a Segunda B.
En total, el Mallorca y RDT se ha enfrentado en cuatro ocasiones y el atacante formado en el Real Madrid ha salido victorioso de tres de ellas. Criado en una familia de futbolistas —su padre jugó seis temporadas en Segunda B a principios de los noventa y su hermano Rubén, al que se enfrentó en la Copa del Rey, milita en el San Sebastiàn de los Reyes—, De Tomás apareció por primera vez en el camino del Mallorca cuando todavía formaba parte de la plantilla del Castilla, en la temporada 2013-14. Los goles de Gerard Moreno y Emilio Nsue (2-0) tumbaron la balanza hacia el costado isleño y sentenciaron al filial blanco, que también formaba ese día con Lucas Vázquez o Leandro Cabrera, otro de los llamativos refuerzos invernales del Espanyol. A partir de ahí, todo han sido alegrías para el ariete en sus enfrentamientos con el Mallorca.
Aunque participara poco en los duelos, como le ocurrió en los dos que vinieron después. En el primero, vistiendo la camiseta del Córdoba (temporada 2015-16) entró al final de un partido ya liquidado por los goles de Florin Andone, Xisco Jiménez y Markovic (3-1). Y en el segundo, como jugador del Valladolid (temporada 2016-17), se sumó en los postres de lo que era una fiesta blanquivioleta en Son Moix (0-3).
Sin duda, el partido más recordado de Raúl de Tomás contra el Mallorca llegó en esa misma campaña, la del descenso de los insulares a la categoría de bronce, aunque en la segunda vuelta del torneo. Era la jornada 38 y el equipo dirigido por Sergi Barjuán ya navegaba a la deriva, aunque nadie quisiera creerse lo que iba a pasar solo tres semanas después. El equipo rojinegro irrumpía en el José Zorrilla en busca de oxígeno y acababa cediendo una derrota que sería casi definitiva. Poco después de la primera media hora el punta madrileño batía a Roberto Santamaría desde el punto de penalti y él mismo lo ajusticiaría con una segunda diana en el tramo final. Dejan Lekic, hoy futbolista del Atlètic Baleares, recortaba terreno en el último aliento, pero ya no iba a ser suficiente (2-1).
Ahora volverá a mirar al Mallorca a la cara y lo hará con los ojos ensangrentados. En las cuatro semanas que lleva ejerciendo de perico se ha convertido en el primer jugador de la historia del club que ha logrado marcar en sus primeros cuatro partidos oficiales con la camiseta blanquiazul, tres de Liga y uno de Copa. De momento, Sanse, Villarreal, Athletic y Granada han sido sus primeras víctimas.