Una hipotética independencia de Catalunya obligaría al FC Barcelona a adscribirse a una de las federaciones territoriales dentro del seno de la Federación Española (RFEF) para poder jugar la Liga, según afirmó a EFE José del Olmo, vicepresidente del Centro de Investigación de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE).
«Ningún club está afiliado directamente a la Federación Española de Fútbol, ya que todos pertenecen a una territorial. En una supuesta independencia, la catalana quedaría fuera de la RFEF y el Barcelona debería ser aceptado por otra federación autonómica y que el Consejo Superior de Deportes (CSD) lo admitiera de manera extraordinaria», explicó el experto.
Del Olmo considera que además de aceptarlo otra federación regional, la Catalana tendría que admitir su salida, aunque podría ser fácilmente rechazado por un tribunal, según puntualizó el vicepresidente de CIHEFE, organización integrada en la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS), que premia anualmente a los mejores clubes y jugadores del mundo.
El FC Barcelona ha reiterado que en una hipotética Catalunya independiente su ámbito natural seguiría siendo la Liga española, aunque los cuatro candidatos del último proceso electoral en el club firmaron un documento en el se sumaban al proceso soberanista.
«El Barça jugará en la Liga de Fútbol Profesional, la Champions y el Mundial de Clubes. Sea cual sea el futuro de Catalunya, el Barça seguirá compitiendo al máximo nivel», dijo entonces el candidato Josep Maria Bartomeu, hoy presidente de la entidad.
Por su parte, el Espanyol considera que más allá de los territorios, su apuesta es la de «una liga privada al margen de las federaciones» por lo que en ningún caso se ha planteado abandonar la Liga española, ha insistido un portavoz de la entidad blanquiazul.
Del Olmo ya se pronunció al respecto en 2012 en un artículo publicado en los cuadernos mensuales de CIHEFE, cuando consideró que la independencia beneficiaría en su conjunto al fútbol catalán, pero perjudicaría al Barcelona como consecuencia de las normativas vigentes de FIFA y UEFA, que no han variado sustancialmente desde entonces.
«Teóricamente, la UEFA no admitiría que el Barcelona jugara en otra liga que no fuera la de Catalunya, un país que, como estado soberano, conformaría una selección nacional y cuyos clubes participarían en los torneos europeos», indicó en su momento.
Recordó que hay casos como el de Andorra, cuyos equipos jugaban en España hasta que tuvo una federación nacional y que lo hacían como inscritos en una de sus federaciones territoriales, en este caso la Catalana, pero que al haber entrado en la UEFA deben competir en una Liga propia.
«La UEFA obliga a tener al menos dos categorías en la Liga y un torneo de Copa para inscribir a una federación y, por ejemplo, Gibraltar lo cumple, mientras que Mónaco está adscrito a la Federación Francesa de Fútbol a través de la federación regional gala más próxima a su territorio porque no tiene Liga propia», agregó.
Bajo su punto de vista, si en una situación de independencia el Barcelona pretende jugar en la Liga española, esta intención puede entenderse como «un rechazo al fútbol catalán y un deseo de ser español, algo que no parece estar en el espíritu del club».
«Si el negocio sigue siendo jugar en España, la situación se presenta como contradictoria», explicó Del Olmo, quien considera que la liga catalana sería poco rentable económicamente.
Del Olmo mantiene su idea expresada hace tres años de que la UEFA no permitiría que en una Catalunya independiente el Barcelona jugara en otra liga, ya que eso anularía el papel de las federaciones como entidades canalizadoras de las competiciones y perjudicaría al resto de los clubes del nuevo país.
«El Barcelona debería estar en una Federación Catalana de Fútbol y allí competiría en el marco de una federación que tendría su selección nacional integrada por clubes que ahora están en Segunda División B o Tercera y pasarían a ser de Primera en el nuevo país», indicó.
«Al Barcelona le interesa su situación actual porque tiene más peso que todo el fútbol catalán junto. Otra cuestión es la del Espanyol, que quizá saldría ganando al convertirse en el segundo club de su Liga aunque ésta fuera de menos importancia», señaló.
«Al principio, el Real Madrid se quedaría como club hegemónico en España, pero con el paso del tiempo Valencia, Atlético de Madrid, Sevilla y algún otro darían un paso adelante», pronóstico en su día, tras recordar que la participación de Catalunya en las fases de clasificación de una Eurocopa o un Mundial no sería inmediata.