El ex jugador francés Zinedine Zidane ha dado un nuevo paso en su carrera en los banquillos tras aceptar hacerse cargo del Real Madrid Castilla durante la temporada 2014-2015.
Zidane, que el pasado curso ejercía como segundo técnico del primer equipo junto a Carlo Ancelotti, tiene ante sí un reto tan complicado como ilusionante en un momento donde la cantera necesita un punto de referencia.
Si los posibles descensos administrativos de la Liga Adelante no precipitan el regreso del filial a la categoría de plata, el objetivo es lograr dicho ascenso en los campos de la Segunda División B.
La misión no será fácil para un equipo que ha caído hasta el tercer escalón del fútbol español después de una campaña que empezó mal y acabó de la misma manera pese a repuntar en su tramo intermedio.
La mayoría de los jugadores de esa plantilla no continuarán en el club, bien por tener ofertas de otros equipos o porque no cuentan para el nuevo proyecto. Empieza una etapa de reconstrucción obligada, donde el talento y las garantías no faltan.
Sin ir más lejos, el que fuera campeón del mundo en 1998 puede mirar al vestuario del Real Madrid C. Allí hay futbolistas que conocen bien la nueva competición tras acabar novenos en el Grupo II. Algunos, incluso, ya la disputaron también en la 2012-2013 logrando un meritorio quinto puesto en el Grupo I.
No son los únicos efectivos válidos ya que por detrás aparece una camada, la del Juvenil A, que viene pegando fuerte. Los chicos de Luis Miguel Ramis, otro de los nombres que sonaba para llevar la riendas del Castilla, disputarán este fin de semana la final de la Copa del Rey ante el Sevilla.
De conquistarla lograrían un triplete nacional que completan el campeonato de Liga y la Copa de Campeones. A esos éxitos hay que añadir también la disputa de la semifinal de la UEFA Youth League, donde acabaron perdiendo ante el Benfica.
Se espera pues una mezcla de generaciones donde 'Zizou' debe ejercer como pegamento. Para muchos una figura tan relevante como la suya puede ser la idónea si se tiene en cuenta que los hombres que estarán a sus órdenes crecieron viéndole jugar sobre el césped e idolatrándole.
Una prueba de fuego para alguien que no solo tendrá que lidiar con su popularidad dentro y fuera del estadio sino también con una labor que estará sometida a un examen constante desde todos los rincones del planeta.
Retirado tras la final de la Copa del Mundo de 2006, el ex centrocampista parte con la base de haber trabajado con Jose Mourinho y Ancelotti, dos hombres que suman cinco Copas de Europa como entrenadores.
Ayudado por un miembro de la casa como Santiago Sánchez, ahora inicia un trayecto en solitario que para muchos tiene una meta ya marcada, dar indicaciones desde la banda del Santiago Bernabéu en un futuro.