El jugador de la selección española Cesc Fábregas ha confesado que Toni Grande, el ayudante de Vicente del Bosque, le había reservado tirar «el segundo penalti», pero que se ha negado para tirar «el quinto» lanzamiento desde los once metros que sirvió para certificar la presencia de España en la final, tras haber eliminado por penalties a Portugal en las semifinales de la Eurocopa de Polonia y Ucrania.
«He jugado fatal, pero el equipo ha trabajado un montón. Tenía esa intuición. Esta tarde lo pensé que si había penaltis quería tirar el quinto», confesó el centrocampista del FC Barcelona ante las cámaras de Telecinco.
Además, recordó que «Toni Grande» le había dicho «que tirara el segundo penalti» a lo que ha respondido con un «no» para reservarse para «el quinto» lanzamiento y repetir así la historia de hace cuatro años, cuando el por aquel entonces futbolista 'gunner' cerró la tanda de penalties ante Italia para clasificar a España para las semifinales de la cita continental de Suiza y Austria.
«La vida me da otra oportunidad como ésta», agregó confesando que sentía «mucha emoción» y que añoraba a «mucha gente», en especial a «toda» su «familia». «No ha podido venir. Ahora me arrepiento de haberles dicho que no vinieran», se sinceró.
Además, Cesc quiso recordar que España se ha clasificado para su «tercera final en cuatro años», lo que independientemente lo haya «conseguido alguien» o no, es hacer «historia». «Es una pasada», resumió visiblemente emocionado con la efeméride.
Cuestionado sobre un posible rival en la final, añadió que «a estas alturas» de la competición le da «igual». «Si es por la 'porra' que sea Alemania y la pueda ganar. Agradecer a la afición su apoyo. Espero que puedan celebrarlo con nosotros el estar en el final», finalizó.