El primer entrenamiento de la selección española en la localidad polaca de Gniewino desató la pasión por la 'Roja' en este pequeño y tranquilo pueblo, situado a 70 kilómetros de Gdansk y que se volcó para recibir al equipo dirigido por Vicente del Bosque con lleno en las gradas del estadio.
«Unidos por un sueño». Esa frase aparece en cada paso por las instalaciones del centro deportivo, con dos terrenos de juego, que acoge estos días al actual campeón de Europa y del Mundo. Llegó el martes al país y ya vive las primeras horas de su preparación para el inicio de su siguiente reto: la Eurocopa 2012.
«Desde Gniewino con ilusión, adelante España», se leía en uno de los fondos del terreno de juego, al que asistieron varios centenares de personas que abarrotaron la tribuna cubierta del terreno de juego, con pista de atletismo y con dos banderas gigantescas, una de España y otra de Polonia, en uno de los laterales del campo.
Los asientos estaban repletos; los aficionados más pequeños, algunos con la bandera de España pintada en la cara, observaban con admiración a los jugadores y los focos y los flashes de las innumerables cámaras del público apuntaban a los futbolistas para dejar un recuerdo imborrable del primer entrenamiento de España.
Los gritos de un grupo de animadoras, con pompones incluidos; algunas camisetas de España y del Barcelona, o varias réplicas del toro de 'Osborne', en el lado opuesto a la tribuna, completaban el escenario, con mucho más colorido en las gradas que en el cielo, porque el día surgió con nubes sobre el pueblo de Gniewino.
También había mucha expectación entre los medios de comunicación, con la presencia de 207 periodistas y cámaras en el entrenamiento: 93 de ellos españoles y 43 polacos, además de otros 71 internacionales, según los datos de la Federación Española de Fútbol. La zona preparada para las televisiones estaba completa.
Enfrente, en lo alto, un imponente hotel, de cuatro estrellas y en el que se alojan cuerpo técnico y los 23 elegidos por el seleccionador Vicente del Bosque para la cita continental de este verano en Polonia y Ucrania, preside el complejo deportivo de Gniewino, donde España permanecerá concentrada durante el torneo.
Allí, donde la temperatura ayer no superaba los quince grados y desde donde se desplazará a los partidos de la competición, los tres de la primera fase en Gdansk, en la costa norte de Polonia, a orillas del Báltico.
Dolor
Álvaro Arbeloa, defensa internacional del Real Madrid, destacó todos los aspectos futbolísticos que España pierde en la Eurocopa 20012 con la baja por lesión de Carles Puyol, y admitió que echarán «de menos» su «carácter».
«Es una ausencia que a todos nos ha dolido. Todos conocemos las cualidades de Carles como futbolista. Es un jugador que siempre está bien colocado, que físicamente es muy fuerte, rápido, veloz. Te da confianza extrema a los defensas que juegan a su lado y a la gente de arriba. Te la da posibilidad de jugar muy arriba», valoró en una rueda de prensa.
«Posee mucha experiencia y personalmente ese carácter que tiene dentro del campo lo tiene fuera. Es evidente que lo vamos a echar de menos, pero han venido otros compañeros para intentar que se note lo menos posible su ausencia», añadió. La competencia en la selección española es máxima en cada puesto. En su caso, Arbeloa compite con el último en llegar, el jugador del Atlético de Madrid Juanfran Torres, con quien mantiene una buena amistad tras formarse juntos en la cantera del Real Madrid. «Lo importante es el grupo. Todos queremos jugar y disfrutar pero tengo una competencia sana con Juanfran como con el resto de compañeros», manifestó.
Arbeloa destacó la importancia que tiene comenzar la Eurocopa con un buen resultado ante Italia: «A nadie le gusta empezar perdiendo un torneo así, porque una derrota te deja prácticamente sin margen de maniobra y te obliga a ganar los dos siguientes partidos».