Después de treinta y dos jornadas de relativa tranquilidad, el Mallorca se ha propuesto bajar este mismo fin de semana la persiana y sacudirse la presión hasta la temporada que viene. El conjunto bermellón, encallado tras la barrera de los cuarenta puntos desde hace ya varias semanas, quiere aprovechar la visita del Getafe para certificar, esta vez sí, la permanencia y ahorrarse las taquicardias de los últimos episodios del campeonato. Y mientras el club ha hecho un llamamiento a la afición para sentirse arropado ante la visita de los madrileños, los futbolistas recuerdan que están ante el «partido de la temporada» y que necesitan guardar bajo llave la salvación.
Lo que parece evidente es que la plantilla ya ha memorizado las últimas coordenadas de Laudrup, que lleva toda la semana recordando la importancia del encuentro de mañana. Visiblemente decepcionado por el paso de su equipo por La Rosaleda, el danés reunió a sus jugadores a principios de semana para alertarles de la necesidad de atrapar cuanto antes un objetivo que lleva mucho tiempo acariciando. Y, de momento, su mensaje ha calado en el vestuario. «Los de abajo se han acercado y por eso es el partido más importante de la temporada. La victoria supone casi la salvación matemática», recuerda Emilio Nsue al referirse al desembarco en Palma del Getafe. Otro de los jóvenes del grupo, Sergio Tejera, también sigue esa línea de discurso y califica la cita de «primordial» porque el equipo va a entrar en la puja por «unos puntos que ya hace jornadas que los tenemos ahí y no los conseguimos».
El mediapunta catalán, que en los últimos tiempos ha ido ganado presencia en el once, afirma además que el equipo «no tiene ansiedad, pero sí es importante conseguir lo antes posible una victoria que lo aclare todo. Cada vez quedan menos jornadas y aunque tenemos pequeño colchón, cada vez va siendo un poco menor. Puede ser que en algunos partidos hayamos pensado que, como teníamos ese margen, se conseguirían sin problemas los puntos porque tenemos muchas jornadas por delante. Pero es importante sumarlos cuanto antes mejor».
Mucho en juego
«Tenemos que correr más», destaca Emilio Nsue como posible salida del laberinto. «En las ocasiones que no teníamos que fallar no lo hemos hecho y cuando tenemos que dar la cara, la damos. Estamos tranquilos pero tensos por lo que nos jugamos. Y se va a notar. Los de atrás se acercan, parece que estamos un poco relajados pero nos falta un partido para conseguir la salvación. No hay que dramatizar, pero hay que dejar la relajación y este fin de semana ponerle punto final», añade. «Hemos bajado inconscientemente el nivel con respecto a lo que hicimos en la primera vuelta. La segunda no es nada buena, pero nos queda seguir trabajando y luchando. No hay excusa, tenemos una buena oportunidad ante un Getafe que pasa un momento como el nuestro. Somos conscientes de lo que nos jugamos y lo vamos a dar todo», insiste el canterano.
Uno de los grandes argumentos a los que se agarra el Mallorca es su afición. El club lleva toda la semana trabajando para evitar que las fiestas de Semana Santa reduzcan el número de espectadores habitual y quiere que la grada se convierta en su principal trampolín. «Los aficionados saben lo que nos jugamos. Nos han ayudado mucho y esperemos que nos sigan ayudando. Estoy seguro de que aunque sea fiesta van a venir a ver el fútbol porque el lunes no se trabaja y el partido es a una buena hora. Hay más cosas que hacer pero pediría a los mallorquinistas que nos vengan ayudar. Estamos en el mismo barco», remarca.
Tejera, por su parte, también incide en esa condición de local que defenderá mañana el Mallorca. «Jugando en casa hay que darlo todo. Lo queremos hacer con la ayuda de la afición que seguro vendrán y nos apoyará. También con el esfuerzo del club que ha puesto entradas a precios económicos. Esperamos ese apoyo para conseguirlo», concluye.