Athletic 2 - 0 Sevilla
Athletic: Iraizoz; Iraola, San José, Ekiza, Koikili; David López (Orbaiz, min.80), Gurpegui, Javi Martínez, Muniain (Gabilondo, min.83); Toquero (De Marcos, min.46) y Llorente.
Sevilla: Javi Varas; Cáceres, Fazio, Escudé, Fernando Navarro; Navas, Medel (Romaric, min.80), Rakitic, Perotti; Luis Fabiano (Capel, min.71) y Negredo (Kanouté, min.16).
Goles: 1-0, min.66: Fazio, en propia puerta. 2-0, min.88: Iraola, de penalti.
Àrbitro: Alvarez Izquierdo (comité catalán). Mostró tarjeta al local Gurpegui y a los visitantes Fernando Navarro, Escudé, Perotti y Medel.
El Athletic Club ha recuperado la quinta plaza en la tabla clasificatoria imponiéndose hoy, por 2-0, a un Sevilla que no mereció perder y que acabó derrotado con un gol en propia puerta de Federico Fazio y otro de penalti de Andoni Iraola, ambos en la segunda mitad.
Tanta influencia como esas dos acciones, la segunda una falta máxima de Julien Escudé sobre Oscar de Marcos, tuvieron en el marcador las oportunidades que no concretó Frederic Kanouté, en ocasiones por errores propios y en otras por buenas intervenciones de Gorka Iraizoz.
Especialmente insistente estuvo el de Mali entre los minutos 74 y 78, pero en las dos primeras tuvo cumplida respuesta de Iraizoz y en la tercera se resbaló. Ya en el minuto 57 había rematado fatal un buen centro desde la derecha de Martín Cáceres.
El triunfo de hoy le ha resultado extremadamente valioso al Athletic, dado que le sirve para acabar con la mala racha de cuatro derrotas consecutivas, para recuperar la quinta plaza y para mantener la ventaja sobre un rival directo en la pelea europea como el Sevilla, al que supera también en los resultados entre ambos y deja séptimo en la tabla.
Además del resultado final, hay que reseñar las lesiones que se produjeron a lo largo del choque. Primero las de Iraola y Negredo en un choque de cabezas, después de Toquero y más tarde, con visos de ser la más grave, de Luis Fabiano. Iraola y Negredo siguieron sobre el terreno de juego, pero el visitante tuvo que retirarse unos minutos después.
El arranque del partido no siguió el guión habitual de los últimos en San Mamés, en los que el Athletic arrollaba ya de inicio a sus rivales.
Entre que el Sevilla demostraba tener la lección bien aprendida y un choque de las cabezas de Iraola y Negredo que tuvo a ambos tendidos en el suelo durante al menos tres minutos, el duelo no acababa de coger ritmo. Iraola se mantuvo en el encuentro, pero Negredo, después de que se le cayese la protección que le colocaron en la cabeza, se fue a vestuarios al cuarto de hora.
Así, lo único a reseñar en el primer cuarto de encuentro fue un cabezazo de Llorente a centro de Toquero que despejó Javi Varas.
Se animó el choque a partir del ecuador del primer cuarto y como producto de varias poderosas llegadas casi al límite de Toquero hasta la línea de fondo, desde donde sacaba centros casi increíbles.
Pero el Sevilla mantenía el control y buscó las cosquillas a Iraizoz con tiros lejanos de Rakitic, dos, y Navas, de los que, no obstante, no sacó nada. Como tampoco Llorente en otro remate de cabeza, prácticamente placado por Fazio.
La segunda parte comenzó con el Sevilla más asentado y dominador del juego. El Athletic acusó la lesión de Toquero en su primera carrera tras el descanso y vio como los de Gregorio Manzano rondaban el 0-1 en dos remates de Kanouté y Escudé, y fundamentalmente en una jugada mal acabada por Kanouté a centro de Cáceres en el minuto 57.
Retomaron impulso los locales y David López lo intentó con un disparo desde la frontal, a las manos de Javi Varas.
Siete minutos después, en un centro al área de Koikili que dejó pasar De Marcos y no parecía tener mayor peligro, Fazio, solo, despejó sobre su propia portería sin que Javi Varas pudiese hacer nada.
Pudo lograr el 2-0 el Athletic en la siguiente jugada, una buena combinación entre De Marcos, Iraola y Llorente, que remató de manera deficiente el delantero alavés.
Se tomó la revancha De Marcos a poco del final y después de una volea de Gurpegui que apuntaba a gol y que despejó a córner Escudé. Fue precisamente el central francés el que derribó al de Laguardia en la jugada del penalti que transformó Iraola para finiquitar el choque.