El Real Madrid, sin Copa del Rey ni de Europa, tras dos noches de pesadilla, tendrá que echar el resto y recuperar confianza ante el Osasuna, para intentar el asalto de la liga, el único título que todavía puede conseguir esta temporada. Habrá que tener en cuenta varios factores: el daño que ha hecho la eliminación de los «galácticos» de la Liga de Campeones, el cansancio que acumulan los jugadores a estas alturas de temporada, y, posiblemente, la pitada que recibirán cuando salten al Bernabéu, cuya parroquia no habrá perdonado que el grupo de multimillonarios hayan caído ante un modesto equipo francés.
Pero sobre todo, el equipo de Madrid, que a la hora del partido, último de la jornada, ya sabrá el resultado del Valencia, tendrá que vérselas con un entonado Osasuna, que de las manos del mexicano Javier Aguirre, ha hecho un consistente bloque del equipo navarro. Por detrás, y con la incógnita de las secuelas del partido de Copa de la Uefa, que el jueves disputó el Valencia con el Girondins de Burdeos, el equipo «che» viaja a Zaragoza para medirse al equipo de la ciudad aragonesa, que desde la llegada del entrenador Víctor Muñoz, ha conseguido logros impensables, como la consecución de la Copa del Rey.
Interesante también, y con muchas posibilidades de resentirse de su paso por Europa, será el encuentro que diriman Villarreal y Deportivo. El primero jugó el jueves la Uefa contra el Celtic, verdugo del Barcelona, y el segundo tras darse un palizón para eliminar al todopoderoso Milan de la Liga de Campeones, tras un épico partido en el que se impuso por un rotundo 4-0. De la capacidad de recuperación de ambos conjuntos dependerá el resultado del embate.