El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, dijo ayer estar «recuperado» del golpe moral que ha supuesto la eliminación de la Copa del Rey a manos del Zaragoza, a la vez que consideró que el equipo debe olvidarse del pasado e intentar «reaccionar» en el partido de hoy contra el Albacete. «La derrota ha sido una tristeza para todos. Pero esto es el fútbol y hay que reaccionar. No hay mucho tiempo para pensar», señaló Rijkaard en la rueda de prensa previa al partido contra el equipo manchego.
El técnico azulgrana consideró «una lástima» las muchas bajas que tendrá mañana, al unirse a las ya conocidas de Carles Puyol Andrés Iniesta o Marc Overmars, las de los sancionados Ronaldinho Gaucho y Michael Reiziger, y el lesionado Patrick Kluivert. Rijkaard explicó que no ha querido forzar la reaparición ni de Puyol ni de Iniesta, pese a las ganas de ambos de jugar. En el caso del central, aquejado de una fractura en el pómulo izquierdo, dijo que su comportamiento es «ejemplar» y que ha intentado forzar su reaparición, pero los médicos lo han desaconsejado al haber «un riesgo» de una nueva fractura que habría sido más grave.
Respecto a Iniesta, dijo que en el entrenamiento del viernes observó que «tenía dificultades para chutar y no está al cien por cien, por lo que era un poco temprano para volver al equipo». Pese a las numerosas bajas con que cuenta, que corresponden a «jugadores de gran valor para el equipo», Rijkaard cree que no puede haber lamentaciones, ya que «hay que afrontar el partido con los jugadores que tenemos disponibles».