El Binissalem rubricó ayer una temporada de ensueño tras vencer al Real Madrid C y certificar el ascenso a Segunda División B. Segundo en la Liga y campeón de la Copa Federación el conjunto mallorquín, que se ha ganado la admiración de todo el fútbol balear, firmó un partido muy serio, supo ir resolviendo problemas y fue capaz de salir al paso del gol que marcó el conjunto madridista para lograr el empate y posteriormente armarse de nuevo para ir a por la victoria. La afición, que llenó el Miquel Pont, empujó al equipo cuando más lo necesitaba y fue determinante para que el conjunto balear estuviera siempre concentrado hasta el final.
El encuentro tuvo un primer protagonista, el portero Ricardo. El guardameta sacó dos balones de gol de Andy (min.6) y Bruno (min.8) que impulsaron a su equipo, lo situaron sobre el terreno de juego, y dejaron claro al rival que no sería nada fácil remontar el cero a dos de la ida.
Ideas claras
El Binissalem salió con las ideas muy claras, consciente de que era el rival quien tenía que ir a por los goles, eso le permitía maniobrar con más serenidad, marcando el tiempo de partido y eso hizo. El conjunto de Tomeu Pons masticó el encuentro como más le apetecía y durante toda la temporada ha demostrado una templanza espectacular en los momentos de máximo riesgo.
Tras aguantar el marcador durante el primer tiempo, en la reanudación de nuevo el equipo blanco trató de dar dos zarpazos para poder avanzarse en el marcador. Los avisos fueron a cargo de Rubén Sobrino y Fran Sol. En esta última ocasión, de nuevo un espectacular Ricardo pudo desbaratar los planes del grupo madridista. Los minutos iban pasando y lo peor que podía suceder era que el rival marcara y empezara a jugar con el nerviosismo del Binissalem. Sucedió lo primero, pero no lo segundo. Aguza y Belima, dos jugadores ofensivos, entraron en el campo y en el minuto 62 el rival acortó distancias anotando el cero a uno. Fue en un saque de esquina que remato de cabeza Andy en el primer palo y que vovió a despejar Ricardo, pero Fran Sol en boca de gol certificó el cero a uno. Casi faltaba media hora y quien más quien menos se abocaba al sufrimiento. Sin embargo, el Binissalem se crece en momentos difíciles y eso es lo que sucedió. Apenas cinco minutos después del tanto madridista, Ángel se encontró en el lugar ideal, en el momento perfecto, para recoger un rechace de Pacheco y anotar el empate a uno. El Miquel Pont enloquecía y el tanto dejaba tocados a los jugadores del Real Madrid C y devolvía la serenidad y la confianza a los hombres del Binissalem.
Con el empate a uno, de nuevo el Madrid se lanzó al ataque y ahí sí que no perdonó el conjunto local. Con espacios y recorrido por delante, el Binissalem es letal y Javi Fernández, que había entrado al terreno de juego en el segundo tiempo por Paco Plata marcó el dos a uno. Fue en la transformación de un penalti que permitió que la euforia se instalara en el campo y se asistiera al final del choque con tranquilidad y contando los segundos que faltaban para celebrar el ascenso.
Con la euforia del momento, de nuevo Javi Fernández anotó el tercero, cerró el partido y certificó el ascenso para el equipo mallorquín. Al final el equipo azul cerró la eliminatoria marcando cinco goles al Madrid, dos en la ida y tres ayer. El decano alcanzó una gloria merecida y cerró un curso sencillamente de matrícula de honor.