La intensidad del derbi ya impregna las casetas del Mallorca B y el Atlètic Balears. El domingo (12.00 horas) se verán las caras en Son Bibiloni en el partido más especial de la duodécima jornada del grupo tercero de Segunda B, porque «especial» es el adjetivo común en los discursos de los técnicos Miquel Soler y Gustavo Siviero. La rivalidad ya se palpa en las horas previas y los entrenadores coinciden en resaltar que el valor de los puntos tiene el aliciente añadido de superar al eterno rival.
«Es un partido diferente contra porque es un equipo de la ciudad y porque es el líder y el rival a batir. Cualquiera que pueda plantarle cara y ganarle logra una inyección de moral superior», valora Miquel Soler. Además, también añade que «no he visto en sus caras la rivalidad pero hay alguno que se esfuerza más de lo normal para que le mire con otros ojos y sea el escogido para jugar. También veo los que lamentan su posible ausencia en este partido porque es el partido que más atrae de toda la temporada».
Rivalidad
Siviero, por su parte, analiza que «los jugadores que hay del año pasado ya saben lo que significa el derbi y los que han llegado esta temporada entienden que se trata de un partido especial en el que hay una rivalidad histórica».
En lo que hace referencia a la parcela puramente futbolística, Siviero espera «un partido complicado ante un rival intenso y peligroso. El Mallorca B es un equipo que quiere llevar la iniciativa con una apuesta clara por el juego ofensivo». Además, aprecia que «son jugadores jóvenes que van a más durante el partido y muchos partidos los han resuelto en la segunda parte». Acerca de las cualidades que Miquel Soler ha traslado de a su plantilla Siviero resalta que «se nota el espíritu competitivo. Su equipo pelea, compite, lucha y no baja los brazos a pesar de que sufra algún contratiempo».
Tanto Siviero como Soler coincidieron en señalar que hubiera favorecido a la afición que el derbi se jugase en Son Moix. «A efectos de afición sí era mejor el Estadio pero a afectos deportivos prefiero jugar en Son Bibiloni para que el equipo juegue donde está acostumbrado; en Son Moix sería casi jugar en campo neutral», opinó Miquel Soler.
Siviero, por su parte, valoró que «jugar en Son Moix hubiera sido más cómodo para los seguidores, pero por terreno y dimensiones nos da igual». El Atlètic trabaja en un campo de césped natural para aclimatarse a las condiciones del domingo.
El Atlètic afronta un desafío notable, ya que en los últimos veinte años solo ha obtenido una victoria ante el filial del conjunto mallorquinista.
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El Real Mallorca ha puesto a la venta 180 entradas al precio de 15 euros para las personas que no sean abonadas al club.