En un escenario enorme y ante el rival con más galones de la LEB Oro, el Palmer Alma Mediterránea se esfumó del partido (105-71) desde el arranque, dejando pasar su primera oportunidad para huir de las plazas de descenso tras muchos meses. Movistar Estudiantes tiró de galones, calidad y fondo de armario para noquear a los de Pau Tomàs y Álex Pérez, que en un arranque para olvidar y un primer cuarto que rompió el partido (33-11) vieron cómo la victoria se convertía en una utopía.
Era un choque en el que había mucho que ganar. El triunfo hubiera hecho que el Palmer asomara la cabeza en plazas de permanencia, un escenario por el que no transita desde la lejana jornada cuatro. Si el Palma se jugaba la vida, la contuinuidad en la LEB Oro, Movistar Estudiantes buscaba dar un paso al frente para escapar de la segunda competición estatal. La victoria frente a los isleños les permite dar caza al Granada, con el que se jugarán el único billete directo hacia una ACB que añora a los colegiales.
De inicio marcó distancias el cuadro estudiantil, impidiendo correr, tirar cómodo y desenvolverse con la soltura que requiere un Palmer atropellado por el ímpetu de los madrileños, que con un 16-2 de salida y un tándem Larsen-Dee haciendo sangre ponían tierra de por medio ante un Palmer en el que Van Beck dio señales de vida en el tramo final del parcial inicial para intentar maquillar el desastre (33-11, min. 10). Con Pavelka como única referencia bajo el aro y con Brown, Figueras y Van Beck ausentes en el perímetro, poco le costó a Estudiantes despegarse, mostrando un potencial ofensivo ante el que la corta rotación del Palmer poco pudo hacer. Larsen (15 puntos al descanso) fue un dolor de cabeza para los de Son Moix, atascados y sin capacidad de respuesta, a la par que los anfitriones se recreaban y, rumbo al descanso, se ponían 36 arriba (60-24), segundos antes de que Peñarroya señalara el camino del vestuario con un 60-27 para la reflexión y que hacía pasar página demasiado pronto.
No bajó la guardia, ni el ritmo un Estudiantes que alcanzaba una máxima para el sonrojo (86-47, +39) tras triple de Rubén Domínguez. Con 88-52 se encaraban los últimos diez minutos, un trámite en el que lo más importante era acabar enteros, sin lesiones, y lavar la cara de un equipo que no existió. Con todo resuelto, los colegiales levantaron el pie del acelerador y el Palmer Palma hizo menos abismal la renta de los locales, que tenían la motivación de firmar su máxima anotación de la temporada, a costa de los hombres de Pau Tomàs y Álex Pérez, que lo intentaron con más ansia y recuperando parte de su identidad en una noche para olvidar. Estudiantes logró su meta, ganó con autoridad (105-71), atrapó al Granada y se reengancha al ascenso. Y lo hizo ante un Palmer Palma desconocido y que ya piensa en el decisivo duelo del domingo (18 horas), en Son Moix y ante el Oviedo.
Ficha técnica
105-ESTUDIANTES (33+27+28+17): Faggiano (2), Dee (15), Larsen (19), Beirán (5), Durisic (6), -cinco inicial- Sola (8), Martín (13), Dos Anjos (14), Stoilov (2), Domínguez (15), López (0) y Arroyo (6). 30 de 52 en tiros de dos puntos, 10 de 25 en triples y 15 de 22 en tiros libres. 47 rebotes (30 defensivos y 17 ofensivos) y 18 faltas personales.
71-PALMER PALMA (11+16+25+19): Brown (15), Van Beck (14), Figueras (2), Kostadinov (9), Pavelka (17), -cinco inicial- Peñarroya (3), Cosialls (9), Joan Feliu (2), Xavi Andreu (0) y Marc Aguiló (0). 18 de 34 en tiros de dos puntos, 8 de 28 en triples y 11 de 14 en tiros libres. 29 rebotes (23 defensivos y 6 ofensivos) y 21 faltas personales.
Árbitros. Muñoz García, Esteve Malmierca y Diz Felipe. Sin eliminados. Castigaron con antideportivas a Arroyo y Beirán, y con técnicas al banquillo del Palmer Palma y a Elijah Brown.
Incidencias. Partido aplazado en su día y correspondiente a la jornada 20 de la Liga LEBOro. Jugado en el WiZink Center de Madrid.