La permanencia del Palmer Palma en la LEB Oro ha dejado de ser una quimera para convertirse en una meta real. La victoria ante el Prat ha elevado la confianza de la plantilla y las ilusiones del conjunto de Ciutat, que pese a tener un duro camino por delante ha enjugado una buena porción de su desventaja apoyado en una racha de 6 victorias en 10 jornadas. De salida los hombres de Pau Tomàs y Álex Pérez cosecharon una sola victoria en 109 días de competición y en los últimos 58 han acumulado seis para ver como la frontera que marca la permanencia se quedaba a dos victorias. Por los desajustes del calendario con partidos aplazados, la salvación llegó a oscilar entre los cuatro y cinco triunfos de distancia y ahora, con nueve duelos por disputarse, todo se ve diferente.
Tomando como referencia los últimos diez partidos el Palmer, que este miércoles recibe al Palencia, acumula números de playoff. Es el sexto mejor equipo de la liga atendiendo a este tramo más reciente de la liga en el que han confluido la progresión de hombres clave como Van Beck, Pol Figueras y Kostadinov y la notable aportación de sus últimos fichajes como Pavelka, Marinov, Cosialls y Elijah Brown. Una fe inquebrantable en sus posibilidades a pesar de las adversidades y la fortaleza en Son Moix han contribuido a la remontada.
Brown, elegido MVP de la jornada, es uno de los principales argumentos de los isleños en el apartado ofensivo y los adversarios ya han tomado nota de sus prestaciones. El jugador estadounidense ha acumulado varias técnicas y expulsiones y tanto las aficiones de rivales como los propios rivales no dudan en llevarlo al límite buscando un nuevo error. Así sucedió ante el Prat según pudieron observar integrantes de la expedición isleña, que salió airosa de un partido fundamental rondando de nuevo los 100 puntos. Y es que en estos diez últimos partidos el Palmer sólo se ha quedado una vez por debajo de los 85 puntos cuando en los primeros 15 nunca lo consiguió.