El mundo del baloncesto ha perdido a un referente en Baleares. Ha fallecido en Palma y a los 91 años de edad Ricardo Cormenzana, impulsor del deporte de la canasta en Mallorca y en el archipiélago, pero especialmente a la hora de promover el baloncesto femenino. Fundador del UDYR, ejerció de presidente y entrenador durante largo tiempo desde que hace más de medio siglo inició una singladura que acabó en las pistas de Son Malferit.
De su mano, entre otras personalidades y entidades, vivió un notable crecimiento y expansión el baloncesto femenino en Mallorca, para extenderse posteriormente hasta el resto de islas, dejando una huella imborrable en el mundo de la canasta. Incluso llegó a presentarse a las elecciones a la presidencia de la Federación Balear de Baloncesto, siendo su rival un histórico dirigente como Tomeu Rullán.
Desde el recinto del UDYR promovió el desarrollo del baloncesto femenino, que tuvo en el recordado Toni Pujol a su gran referente histórico, y su larga trayectoria en todas las facetas le llevó a ser distinguido por la Federación Balear con su insignia de honor en el año 2010, como reconocimiento a su dedicación incondicional al deporte de la canasta, que le debe mucho a un personaje que décadas atrás dio pasos importantes para que las mujeres pudieran ser parte activa del mundo del baloncesto en las islas.
De la misma manera, Cormenzana promovió el desarrollo del balonkorf, una modalidad similar al baloncesto, aunque las canastas no poseen tablero, siendo uno de los exponentes a nivel nacional, aunque sin lograr que este singular deporte cuajara en Mallorca.
Con Ricardo Cormenzana se marcha una parte de la historia del baloncesto mallorquín y balear, el hombre que sentó las bases de una instalación y un club emblemáticos y que abrió una puerta que hoy en día hace que el baloncesto femenino goce de un excelente estado de salud.