Las selecciones de España y Francia, lideradas por dos estrellas de la NBA como Pau Gasol y Tony Parker, se miden este domingo (20 horas) en la final del Eurobasket de Lituania, encuentro que indiscutiblemente mide a los dos mejores equipos del torneo, uno acostumbrado a encadenar éxitos en los últimos años y otro que persigue el primer oro en un gran torneo de su historia.
La selección española quiere redondear en el Zalgiris Sport Arena de Kaunas un lustro plagado de éxitos. El incontestable oro mundial de 2006 en Japón, la plata europea un año después en casa con aquella final fatídica ante Rusia, la inolvidable final olímpica de Pekín cayendo con la cabeza muy alta ante Estados Unidos. Una cadena de grandes éxitos quebrada el año pasado en el Mundial de Turquía, pero reparada en este Eurobasket de Lituania.
En su periplo hasta la final, los hombres de Sergio Scariolo solo han tropezado ante Turquía en diez partidos disputados, una anécdota en un camino firme jalonado con victorias contundentes ante Lituania, Serbia o Eslovenia.
Las estadísticas dejan bien claro que España es el mejor equipo del torneo, líder en promedios de puntos (83.9), rebotes (38.7), asistencias (19.5) y menos pérdidas (11.4). En el apartado individual, Pau Gasol se encuentra entre los cinco mejores de la competición en puntos (20.4), rebotes (8.1) y tapones (1.6).
Pero más allá de los fríos números, el equipo español transmite una sensación de solidez ganada a pulso a lo largo del torneo. Igual que ocurrió hace dos años en Polonia, donde acabó arrollando a Serbia en la final (85-63), ha ido mejorando cada día en sintonía con la progresión de sus mejores jugadores, Pau y Juan Carlos Navarro.
El escolta azulgrana ya avisó en cuartos ante Eslovenia con 26 puntos y explotó definitivamente ante Macedonia, completando una semifinal histórica con 35 tantos, 19 de ellos en un tercer cuarto celestial. De la inspiración del '7' dependerán buena parte de las opciones de España, igual que será la clave la dirección de Calderón, los fogonazos de Rudy Fernández o el poderío interior de Marc Gasol.
Parker lidera un equipo de poderío físico
Francia ya fue rival de España en el último encuentro de la primera fase, pero los cálculos maquiavélicos de los galos, que querían evitar a toda costa un duelo contra Lituania, provocó que se dejaran encajar una abultada derrota (95-69) que nada tendrá que ver con la final de este domingo.
El equipo galo acumula en su palmarés dos platas olímpicas (Londres 1948, Sydney 2000) y una europea (Egipto 1949), así como cinco medallas de bronce en distintos campeonatos de Europa, pero aún no ha logrado que el color dorado adorne su palmarés. Once años después de su última gran final, Francia tendrá una nueva oportunidad de tocar la gloria.
El liderazgo indiscutible corresponde a Tony Parker, ganador de tres anillos de la NBA al mando de San Antonio Spurs. El base más en forma del Eurobasket, con permiso del macedonio Bo McCalebb, aspira a su primer éxito con la camiseta 'bleu'. La defensa que apliquen Calderón y Ricky Rubio será clave para frenar al directo de juego francés, máximo anotador de su equipo con una media de 21.7 puntos.
El otro baluarte ofensivo de Francia del equipo de Vincent Collet es Nicolas Batum, compañero de Rudy en Portland Trail Blazers, alero explosivo que está promediando 14.2 puntos en tierras lituanas. Por dentro, los hermanos Gasol deberán batirse con otro hombre alto acostumbrados a curtirse en la NBA, Joakim Noah (Chicago Bulls).
Además, la selección francesa también cuenta con el juego inteligente de Boris Diaw (Charlotte Bobcats) o la agilidad de Mickael Gelabale (Seattle Supersonics), así como con la buena aportación de dos jugadores del Valencia Basket, Florent Pietrus o Nando De Colo. Sus opciones pasan por superar la presión histórica y el favoritismo de un rival que afronta su tercera final europea consecutiva.