El italiano Sergio Scariolo, entrenador de la selección española, declaró que el equipo iba a «defender con uñas y dientes el título de campeón que tanto costó ganar hace dos años en Polonia».
«Hemos cumplido hasta ahora con lo que todo el mundo nos podía pedir, a partir de ahora, muchos de nosotros, campeones vigentes, tenemos que disfrutar y defender con uñas y dientes un título que nos costó muchísimo ganar hace dos años, y que conllevaría entrar en la historia del baloncesto europeo. Eso daría a estos jugadores una dimensión épica», dijo Scariolo.
Después de diez partido en apenas veinte días, la condición física se vuelve un aspecto determinante.
«Ayer Macedonia, en semifinales, llegó al último cuarto con los jugadores importantes fundidos. El tema físico es fundamental. El desgaste al que están sometidos los jugadores sumando partido tras partido, unos más que otros como es lógico, es un hecho trascendente», observó.
«Francia, por formación y estructura a nivel físico y atlético son los mejores, sin ninguna duda, y con mucha diferencia sobre el segundo. Nuestros recursos para ganarles tienen que ser otros, la calidad técnica, la cohesión del equipo, el llevar a cabo un planteamiento coherente, el poder tener durante el partido recursos para cambiar si no funciona, el gran corazón y la gran mentalidad de ganadores de nuestros jugadores, todo eso deben ser nuestras armas», siguió el entrenador de los españoles.
Francia llegó como uno de los favoritos y lo ha corroborado totalmente.
«Francia es el único grande de Europa que todavía no ha ganado un campeonato de Europa y siempre se dice puede ser el año de Francia porque ya le toca, por la cantidad de talento que tienen. Siempre está al caer y esperemos que no sea este año, pero legítimamente puede aspirar a ello, tienen experiencia, calidad, fuerza física, tienen mucho», aseguró.
Joakim Noah será una de las principales bazas de Francia.
«Noah es el príncipe de los intangibles. Es de esos jugadores que tienen un peso importante en la NBA, que quizás no atesoran un nivel de clase y de talento técnico extremadamente alto, pero de los que hacen muchas pequeñas cosas, miles de pequeños detalles importantes para su equipo», finalizó Sergio Scariolo.