La aparatosa caída que sufrió el escolta mallorquín Rudy Fernández en la primera sesión de trabajo del entrenamiento del miércoles, que le afectó la espalda, quedó en un gran susto porque el jugador mallorquín volvió hoy a trabajar con el resto de los jugadores de los Trail Blazers sin sentir molestias.
«Todos los jugadores, con la excepción de Marcus Camby, han trabajado duro, incluido Rudy, que ha hecho una gran labor», declaró el entrenador de los Trail Blazers, Nate McMillan. «Rudy ha participado en todas las acciones y como siempre sus acciones han sido brillantes».
Por su parte, el escolta titular Brandon Roy también alabó la «excelente aportación» de Rudy (Fernández), a quien definió como el mejor cuanto está libre de marcaje para anotar los triples.
«Nos falta, como es lógico, partidos, pero Rudy estuvo sensacional en los tiros de tres puntos y tenerlo con nosotros es garantía de energía, clase y aciertos», destacó Roy. «Anotó algunas canastas espectaculares y no puedes dejarlo solo».
Fernández, como hizo el miércoles después que sufrió la aparatosa caída al intentar poner un tapón, no quiso hablar con los periodistas al concluir el entrenamiento.
«Lo más importante es que Rudy está bien, no sufre ningún tipo de daño importante en la espalda y lo demostró con la excelente aportación que hizo durante el entrenamiento», señaló McMillan.
Fernández, en la primera sesión de entrenamiento del miércoles, le puso un tapón a un tiro del novato Armon Johnson y su cuerpo cayó con tanta fuera contra el suelo que el golpe se pudo oír en todo el recinto, donde se entrenan los Trail Blazers.
Rudy Fernández fue tratado de inmediato por los cuidadores físicos de los Trail Blazers que le aplicaron hielo para luego ponerse contra una pared mientras el resto de los jugadores hacían prácticas de tiros de personal, sin que él pudiesen participar.
Operación
El jugador internacional español tuvo que someterse el pasado diciembre a una operación de espalda para que los doctores le hiciesen una micro discalsectomía que le ayudase a quitar la presión que sentía en un nervio y que le costó perderse 20 partidos de la temporada regular.
Fernández tampoco pudo entrenarse con normalidad el martes debido a unos problemas de visión que tuvo como efecto secundario que le dejaron las gotas que le pusieron en los ojos los doctores para pasar el lunes el correspondiente examen médico.
Aunque Fernández ha pedido que no quiere seguir con los Trail Blazers para cumplir los dos años que aún le quedan de contrato, McMillan reiteró que los deseos del jugador español de volver a su país no afectaban para nada en los planes que tiene para él dentro del equipo de cara a la próxima temporada.
El que no pudo entrenar con el resto de sus compañeros fue Camby, el veterano pívot de 36 años, que tiene molestias en la ingle derecha desde la sesión de la noche del miércoles.
Los doctores consideran que no es nada serio, pero el equipo no quiere correr ningún riesgo con un jugador importante de cara a la temporada regular.