El Atlético Baleares ha perdido ante el Real Unión de Irún por dos goles a cero, sigue en zona de descenso y en caída libre en esta última fase de la temporada. El próximo sábado jugará contra el Calahorra, un equipo ya descendido de categoría y donde los puntos son imprescindibles para seguir con pulso en la última jornada ante el Logroñés, que posiblemente se juegue entrar en playoff. El encuentro disputado en campo del Real Unión fue un verdadero suplicio debido al mal estado del terreno de juego que impidió jugar a fútbol. Solo contó el patadón y el no cometer errores. Sin embargo, una entrega defectuosa de Laure acabó con el uno a cero para los locales al poco de arrancar el segundo tiempo. La expulsión de Petcoff fue otra de las malas noticias mientras que el dos a cero llegó ya con el ATB volcado en ataque.
El calentamiento de los dos equipos era un reflejo de lo que sería posteriormente el partido. Fue una batalla contra los elementos. Sin más. El fútbol no existió y a medida que pasaron los minutos el patatal de Irún fue empeorando. Sin embargo, nada más arrancar el choque el Atlètic tuvo la mejor oportunidad del primer acto en un disparo de Carlos Julio desde la banda izquierda. El balón fue volando y tomando velocidad hasta el punto de obligar a Irazusta a llevar a cabo una gran estirada y meter la mano para enviar el balón al larguero. El rebote quedó para Dioni, que pese a tener la portería vacía no pudo acomodar su remate y envió el esférico fuera. Sin duda fue una acción clave en el desarrollo del encuentro.
A partir de ahí los dos equipos entendieron a la perfección que jugar al fútbol en ese campo era inviable y todo parecido con este deporte era pura coincidencia. El esférico se frenaba a cada acción que intentaban los futbolistas y en ese escenario lo único que contaba era no cometer errores para facilitar un disparo del rival o que la pelota se quedara a medio camino entre la defensa y el portero.
A los siete minutos la tuvo Gagua, que intentó resolver una acción en el interior del área con un disparo con mucha intención que salió fuera por poco. De lo que se trataba era de seguir vivo en el partido y sostener el marcador. Los hombres de Tato lo estaban consiguiendo. Se llegó al descanso con empate a cero tras una lucha titánica por la supervivencia.
En la segunda parte el Real Unión se avanzó a los cuatro minutos de la reanudación. En partidos como el disputado en el patatal de Irún, cualquier error te sentencia y Laure regaló una pelota al rival en la zona de medios y Oyarzun no perdonó. El jugador local lanzó un zapatazo desde 35 metros al que no pudo hacer nada el portero Lucas Díaz. Solo así se podía romper el partido. Y se rompió.
La situación con uno a cero se volvió peligrosa porque el esfuerzo hecho hasta ahora requería de un empujón más y las fuerzas ya iban justas. Pero todo en el fútbol es susceptible de empeorar y empeoró. A los 68 minutos el Atlètic se quedó con un jugador menos por expulsión de Petcoff, que entró de forma muy peligrosa a un contrario. No había dudas. Roja y más problemas para los isleños. Los de Tato se volcaron al final, pero no hubo reacción y lo que llegó fue el dos a cero local cuando los baleares estaban ya desprotegidos en defensa. La salvación está difícil, pero no imposible.
Ficha técnica:
2 Real Unión de Irún: Irazusta, Aramburu, Pérez, Montoro, Parada, Rivero, Luque, Azkue, Bravo, Gagua y Oyarzun.
Cambios: Sánchez por Bravo (min.60); Seguín por Gagua (min.74); Andrada por Oyarzun (min.74). Espigares por Luque (min.84)
0 Atlético Baleares: Lucas Díaz, Laure, Iñaki, Tropi, Baró, Narro, Navarro, Petcoff, Dioni, Sibile y Carlos Julio.
Cambios: Pastrana por Sibille (min.53); Nieto por Laure (min.53); Miguelete por V.Narro (min.86)
Árbitro: Pardeiro Puente. Amarilla para Sibille. Expulsó a Petcoff de roja directa a los 68 minutos.
Goles: 1-0, min.49, Oyarzun. 2-0, min.92, Sánchez.