Conseguir tu primera victoria como entrenador en un derbi en Segunda División B y en la casa del eterno rival. Ni en los mejores sueños podía imaginar Óscar Troya un estreno de tal calibre en el Estadi Balear y con un Poblense valiente y con ideas que se embolsó su primer triunfo del curso a costa de provocar un incendio de proporciones siderales en el Atlético Baleares.
Troya le ganó la partida a Jordi Roger. En el once inicial y posteriormente a la hora de repartir las cartas. El Poblense, con sus limitaciones, plantó cara desde el primer momento a un equipo que deambula por la clasificación. En el año que la categoría cambia de aspecto, el ATB está lleno de dudas. En los despachos, en el banquillo y en el campo.
Nadie ofreció su mejor versión y la derrota realza la voz de los agoreros, que consideran el proyecto actual como el menos fiable de la era Ingo. El portero tiembla en cada acción, la defensa no transmite nada, el centro del campo ni roba ni crea y arriba, la chispa de Coro y el músculo de Tanque aparecen de vez en cuando. El Poblense, sin hacer ruido, se ha alejado del fuego para situarse a ¡un punto! del ATB.
El derbi del coronavirus también dejó situaciones esperpénticas en la grada, cuando los miembros de la seguridad para que algún aficionado se pusiera la mascarilla y guardara la distancia de seguridad. Chapeau la dedicatoria de Óscar Troya a Rubén Nova. También en la sala de prensa ganó por goleada...