Manix Mandiola es un lobo de mar. Uno de esos entrenadores a los que da gusto escuchar por la cantidad ingente de batallas que acumula en el disco duro de su memoria. Dos décadas después de comenzar a impartir clases desde ahí abajo y con más de medio millar de partidos dirigidos, el entrenador del Atlético Baleares afronta este domingo en Málaga su octava presencia en los playoffs de ascenso a Segunda División, la segunda de forma consecutiva con el conjunto blanquiazul.
El balance no invita precisamente al optimismo porque solo alzó los brazos en una ocasión. Fue con el Eibar en la temporada 2006-07 cuando le remontó al Rayo de Pepe Mel y alcanzó la gloria. Pero Manix se quedó con la miel en los labios con el Real Unión (2004-05), Eibar (2009-10, 10-11 y 11-12), Tudelano (15-16) y Atlètic (18-19).
La primera ocasión en la que Mandiola disputó la fase de ascenso fue con el Real Unión de Irún. Después de dejar en el camino al Rayo Vallecano, se citó en la final con el Lorca Deportiva de Unai Emery. Después de ganar a domicilio en la ida (1-2) vio cómo el conjunto murciano le arrebataba el ascenso (1-3) tras un duelo de infarto que decidió un gol en el minuto 112 de la prórroga.
En la campaña 2006-07, con el equipo de su ciudad natal, el Eibar, logró el ascenso tras dejar en el camino a L'Hospitalet y remontarle al Rayo de Mel, que había ganado 1-0 en el partido de ida.
Tres años después, tras eliminar al Alcoyano de Paco López (actual técnico del Levante) en la primera ronda, perdió contra el Ontinyent e inició una racha de una racha de tres fases de ascenso consecutivas sin obtener el premio. Doce meses más tarde, también con el conjunto eibarrés -con Lago Junior en sus filas- tampoco descorchó el cava. En la eliminatoria de campeones, el Sabadell de Carreras logró el ascenso al empatar 1-1 en Ipurua y hacer valer el 0-0 de la ida. El Eibar falló en la segunda oportunidad ante el Alcoyano con el mismo resultado 0-0 fuera y 1-1 en casa.
Al año siguiente, Manix lo volvió a intentar pero dobló la rodilla a las primeras de cambio ante el Lugo... de Quique Setién que posteriormente dejó en la cuneta al Atlètic y ascendió en los penaltis ante el Cádiz de José González.
En el curso 2014-15, después de batir el récord de imbatilidad con el Tudelano del portero Pagola, el Hércules le apartó del sueño de las primeras de cambio.
La última presencia del preparador vasco en los playoffs es reciente y con el Atlètic Baleares. De hecho, el curso pasado se quedó a las puertas del ascenso en dos ocasiones y en ambas por culpa del valor doble de los goles en campo contrario. En la eliminatoria de los campeones, después del 0-0 en El Sardinero, vio cómo un gol de Buñuel en Son Malferit le dejaba de nuevo con cara de circunstancias. Tras apear el Melilla (1-0, Nuha) rozó la campanada frente el Mirandés. Al 2-0 de Anduva se sumó el tanto de Matheus en la vuelta. El ATB tiró de casta pero se quedó a las puertas con un 3-1 que todavía se recuerda.