Una semana después de que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) comunicara su intención de resolver los ascensos a Segunda B mediante un playoff exprés, el Atlético Baleares ha pasado al ataque. La entidad blanquiazul ha expresado su «malestar y sorpresa» por la indefinición que rodea el desenlace de la competición y exige garantías sanitarias, jurídicas y de igualdad para volver a entrenar y jugar.
El gerente del club, Guillermo Pisano, ha alzado la voz para mostrar la postura del ATB ante el silencio del organismo que rige el fútbol a nivel nacional y para analizar los acontecimientos de las últimas horas, en las que equipos como la UD Ibiza y el Badajoz han iniciado las sesiones preparatorias individuales. Además, puso de relieve el malestar que han generado en el seno del club las declaraciones de Pablo Alfaro dejando entrever que los equipos líderes podrían simular contagios de coronavirus para que no se disputase la hipotética fase final.
El ATB asegura que quiere entrenar y competir, pero sólo lo hará si se dan las condiciones necesarias para hacerlo. «Desde el primer día nuestra voluntad es entrenar y jugar el playoff exprés, pero vamos a decir las cosas claras: tiene que haber unas reglas de juego iguales para todos y se tiene que salvaguardar la seguridad sanitaria», comentó. «No vamos a jugar nada hasta que se vea que se publiquen unas normas y se vea que todos las están cumpliendo», resumió.
Mientras algunos equipos se han puesto en marcha haciendo una interpretación de las normas del Consejo Superior de Deportes sobre el deporte federado, el gerente del Atlètic reclama una posición clara de la RFEF y de las autoridades competentes para iniciar su preparación. «Lo que hemos recibido son únicamente una serie de recomendaciones y nosotros queremos entrenar con un protocolo de seguridad. Hace falta una figura externa para que controle las medidas que se están tomando en todos los equipos», expresó. «Nosotros tenemos claro que el mecanismo es claro: la RFEF realiza un protocolo, lo envía al CSD para su comprobación y éste lo devuelve para la redacción final y pasárselo a los clubes para que lo apliquen».
Sin llegar a nombrar a la UD Ibiza, Guillermo Pisano hizo referencia a las imágenes de los jugadores celestes volviendo a los entrenamientos individual el pasado lunes en Can Misses. «¿Creéis que vamos a entrenar sin medidas, con termómetros de contacto y limpiándolos con la camiseta o sin guantes? No voy a aceptar esto. Si la federación marca una normas igualitarias vamos a jugar, pero a día de hoy es inviable», aclaró.
El dirigente balearico subrayó que no han recibido ninguna notificación ni respuesta alguna a las consultas realizadas a las instituciones pertinentes sobre la vuelta al trabajo e introdujo otra incógnita en cuanto a la responsabilidad del club sobre problemas que puedan surgir en la vuelta a la competición o en la teórica concentración en Pinatar Arena. «Ni el Ministerio de Sanidad ni nadie nos ha dicho que tengamos cobertura jurídica y penal para retomar los entrenamientos y la competición. Si tenemos las garantías volvemos mañana mismo, pero nadie nos ha dicho nada».
El Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en el que se encuentra el Atlètic no supone un obstáculo para volver al trabajo, pero también aparecen problemas contractuales que no han tenido respuesta. Las previsiones apuntan a un mínimo de un mes desde el primer entrenamiento hasta el primer partido oficial, por lo que en el escenario actual hasta finales de junio no habría opciones de fijar el playoff exprés y muchos jugadores finalizan su compromiso el día 30. «No hemos obtenido respuesta sobre qué pasará con los contratos. Además, nosotros tenemos a cuatro jugadores importantes que están cedidos hasta el 30 de junio y a partir de esa fecha sus clubes de origen están en su derecho de reclamarlos», señaló Pisano, que remarcó que la situación «no es igualitaria» desde el momento en el que hay jugadores de los filiales entrenando con los primeros equipos y otros conjuntos ya entrenando.
El Atlético Baleares se había movido entre la cautela y la prudencia brindando su apoyo a las RFEF, pero ha optado por pasar al ataque. «Entendimos que no debíamos dificultar el trabajo tan difícil de tomar una decisión que contentara a todo el mundo y ahora nos pronunciamos porque queremos igualdad y, sobre todo, seguridad. Preferíamos esperar, pero lo que estamos viendo es que el tiempo pasa, que todo se dilata y que la situación es muy compleja porque hablamos de la salud. Vemos cosas que no son normales y ni la Federación ni el CSD se manifiestan», dijo. «En todas las competiciones europeas las ligas equivalentes a Segunda B ya han se cancelado y nosotros seguimos esperando», añadió.
En el apartado económico el gerente del ATB no quiso cuantificar las pérdidas que supone no culminar la temporada hasta tener más datos y estimó que el gasto para cumplir con las recomendaciones sanitarias del playoff exprés rondarían los 50.000 euros sin contar la teórica concentración, porque la RFEF ya ha puesto de relieve que todo correrá a cargo de los clubes.
El gerente del Atlético Baleares aseguró que están trabajando en fórmulas para compensar a los abonados al no terminar la liga y la posibilidad de que no pueda haber público hasta el año que viene. Pisano agradeció que muchos aficionados «han llamado a las oficinas para mostrarnos su intención de pagar el abono completo y eso no es nada habitual», concluyó.