Can Misses desprende este domingo (12:00/IB3) aroma a partido grande. Sólo es la jornada nueve, pero el Atlético Baleares pone en juego su liderato ante el segundo clasificado, el Ibiza, en un duelo repleto de alicientes que deja la sensación de repartir algo más que tres puntos. El primer puesto, la posibilidad de sumar confianza, alargar una racha de cinco triunfos seguidos y reforzar sus credenciales entre la nobleza alimentan la ambición de los blanquiazules, que, sobre todo, aspiran a dar un golpe sobre la mesa.
El morbo por las tensiones entre los responsables de los clubes o la rivalidad regional son algunos de los ingredientes de un encuentro inédito, ya que el ATB nunca se ha enfrentado a la Unión Deportiva Ibiza, que fue fundada en 2015. Al final todo el protagonismo recaerá sobre los 22 protagonistas que medirán sus fuerzas en los 105 por 68 metros.
Cinco jornadas después Manix Mandiola se ve obligado a alterar su once y de nuevo a variarlo en el lateral derecho, que ya se había erigido en la posición con más cambios. La lesión de Luca Ferrone en el partido ante el Sporting B le ha dejado fuera de combate y Pedro Orfila está llamado a ocupar el flanco diestro de la retaguardia. A pesar de los problemas físicos que arrastra Jon Aurtenetxe todo apunta que se mantendrá como pareja de Guillem Vallori en el centro de la zaga.
La buena dinámica de juego y resultados invita a dar continuidad al grueso del bloque en el que ha venido confiando desde el arranque de la temporada. La igualdad entre ambos contendientes y el hecho de jugar fuera de casa incluye como alternativa la opción de Marc Rovirola en el centro del campo en lugar de Jordan Holsgrove. Regresa a la convocatoria Arturo después de superar sus problemas físicos y se quedaron fuera de la lista Canario y Ferrone por lesión y José García por decisión técnica.
No será un duelo individual porque sobre el césped estarán a muchos metros de distancia, pero uno de los pulsos del encuentro tiene como protagonistas a los delanteros de ambos contendientes. Tanto Toni Gabarre como el mallorquín Ángel Rodado acumulan cinco dianas y atraviesan un momento dulce que puede marcar las diferencias en el encuentro.
El ATB ha reflejado su jerarquía en sus últimas puestas en escena. Los de Mandiola han exhibido un notable nivel de acierto marcando en todas las jornadas y lo han redondeado con una defensa muy sólida, ya que enlaza cuatro partidos sin encajar goles. No le van a la zaga los registros del Ibiza, que ha marcado un gol más que los blanquiazules y han recibido los mismos goles.
El Ibiza recupera al exjugador del Real Mallorca Núñez tras cumplir ciclo de amonestaciones, pero pierde por lesión al central Gonzalo. Una de sus principales amenazas, además del acierto rematador de Rodado, será Javi Lara, que no sólo es en gran medida el responsable de la canalización del juego ofensivo sino que también puede ser un factor diferencial en las acciones a balón parado.
Una de las circunstancias sobre las que el ATB acude alertado a Can Misses es la pegada que han acreditado los locales en los minutos finales. El Ibiza ha conseguido muchos puntos en los tramos finales de los encuentros y los balearicos ya saben que tendrán que realizar un partido completo para atrapar un resultado positivo.
Igual que sucedió en A Malata, el Atlético Baleares tratará de acabar con la extraordinaria racha de su rival ante su afición. Los blanquiazules rompieron una racha de 30 partidos sin conocer la derrota del Racing de Ferrol y ahora tratará de asaltar Can Misses, donde la UD Ibiza no pierde desde el pasado mes de noviembre.
El morbo lo pone el pasado balearico de Kike López y Rubén. Sin embargo, el malestar de la entidad mallorquina con el Ibiza reside en los cantos de sirena que se profirieron en verano desde la pitiusa mayor. Hasta siete jugadores de la plantilla del pasado curso fueron tentados por el proyecto que comanda Amadeo Salvo, que también sueña con el ascenso, lo que invita en mayor medida a que el ATB busque dar un golpe sobre la mesa.