Siete victorias, cinco de ellas consecutivas, en ocho jornadas; 21 puntos de 24 posibles; líder de su grupo; el mejor equipo de toda la Segunda División B y con los mejores números de su historia. El Atlético Baleares de Manix Mandiola está mejorando su propia versión y a estas alturas del curso puede presumir de un botín que jamás había alcanzado en sus catorce campañas anteriores en Segunda División B.
No es la primera vez que el ATB lidera la categoría a estas alturas del curso. Pero nunca había superado los 20 puntos después de los ocho primeros partidos. Así, el arranque de esta campaña supera el de la temporada 2013-14, con Nico López en el banquillo, y de la campaña 11-12, con Gustavo Siviero. En ambos casos, el conjunto blanquiazul había cruzado la octava puerta del campeonato como líder con 18 puntos, merced a sus cinco triunfos y tres empates. Con López en el banquillo, el ATB no pudo mantener la velocidad de crucero y perdió la posibilidad de disputar el playoff en la última jornada. Con Siviero, en cambio, se proclamó campeón de grupo, pero perdió el ascenso en la primera oportunidad, ante el Mirandés, y después contra el Lugo.
El proyecto de Manix Mandiola ha arrancado a lo grande. A pesar de los numerosos cambios experimentados en verano, tanto de grupo como de estadio y de plantilla, el ATB está mostrando una jerarquía extraordinaria en este arranque de curso. Ha ganado siete de los ocho partidos -solo perdió en su visita al Rayo Majadahonda-, ha visto portería en todos los encuentros y en seis de ellos no ha encajado gol. Precisamente el buen momento demostrado por Manu Herrera, casi inédito el curso pasado, está siendo una de las claves de este rendimiento.
Si atrás el meta acapara todos los focos, arriba los titulares están siendo para Antonio Gabarre. El delantero oscense, exjugador del Tudelano, acumula cinco jornadas consecutivas marcando y su olfato goleador está llamando la atención.
El Atlético Baleares pasará su primera prueba de fuego el próximo domingo ante el Ibiza, que le precede en la clasificación, en un duelo con el liderato en juego. Manix no quiere que el equipo se relaje, aunque es consciente que este ritmo será difícil de mantener.