El Atlético Baleares ha sufrido un nuevo revés a pocos días de iniciar una nueva temporada, esta vez en el Grupo I de la Segunda División B. El centrocampista Canario, que el pasado viernes sufría una fuerte torsión en la rodilla durante un entrenamiento que le obligó a ser baja en el Trofeu Nicolás Brondo y estar en observación, sufre la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Además, la resonancia efectuada este lunes también confirmó una rotura vertical periférica del cuerno posterior menisco interno.
En los próximos días, Canario será intervenido e iniciará un largo proceso de recuperación, aunque no se espera que pueda estar disponible antes de medio año, pudiendo entrar en los planes de Manix Mandiola en el tramo final del curso que se avecina.
De esta manera, el Atlético Baleares pierde a uno de sus puntales en el centro del campo y a uno de los jugadores más desequilibrantes de la plantilla, uno de los pocos supervivientes del pasado ejercicio. Su baja de larga duración obliga al club blanquiazul a realizar una nueva incorporación para cubrir el hueco dejado por Canario, un indiscutible para Mandiola, toda vez que la pasada temporada disputó 34 partidos en la liga regular, además de los seis de las eliminatorias de ascenso a Segunda, totalizando 3.297 minutos, en los que marcó cuatro goles y dio seis asistencias.