La carrera por el playoff vive hoy (12:00) un nuevo episodio en Son Malferit, donde el Atlético Baleares aspira a confirmar su fortaleza como local a costa del Peralada. Los blanquiazules buscan multiplicar el valor de su último empate en Sabadell y mantener la solvencia defensiva que ha acreditado consciente de su potencial ofensivo ante un rival al que no ha ganado desde que empezaron a cruzar sus trayectorias en Segunda División B.
Los balearicos quieren regalarse una nueva victoria en la semana en la que se cumple un año de la llegada de Manix Mandiola, cuyo deseo y promesa pasa por seguir ilusionando a la parroquia blanquiazul. En cualquier caso, el mantra al que siempre se agarra es el técnico vasco es ser conscientes de las dificultades que ha entrañado conseguir todos los triunfos que han convertido al Atlético Baleares en el mejor local de la categoría. La visita del Peralada no es una excepción, ya que el filial del Girona, pese a estar decimotercero, es el segundo equipo que menos minutos ha estado perdiendo.
El regreso de Biel Guasp tras perderse el último encuentro por un proceso gripal es la novedad en la convocatoria en la que no estarán Marc Rovirola, Pedro Ortiz y Rubén González. Las ausencias y la confianza de Mandiola en el mismo grupo de jugadores provocará la continuidad del once más recurrente del curso. Después de probar con Yelko Pino por Nuha Mahrong en la Nova Creu Alta, todo apunta que el hispano-gambiano regresa a la formación titular para situarse como hombre más adelantado con Marcos ejerciendo de enganche.
Entre las caras nuevas, José Peris está llamado a instalarse en el flanco zurdo de la zaga, mientras que otra de las novedades de la lista es la inclusión en la convocatoria del joven Jaume Munar, por lo que son 19 los citados y Manix Mandiola tendrá que realizar un descarte hoy mismo. El excedente de jugadores ofensivos provocará que se caiga probablemente uno de los recién llegados de la parcela ofensiva.
El técnico vasco recela de cualquier filial y confía en que la experiencia del equipo no propicie relajación alguna. «Los filiales siempre me dan respeto porque parece que son juveniles pero es gente con capacidad que sabe de qué va esto y te puede pintar la cara, así que tenemos que estar juntos y ser solidarios», advirtió.
El Peralada, que se impuso al Barcelona B la pasada jornada, puede sufrir en el inicio del encuentro hasta adaptarse a las condiciones de Son Malferit, donde, salvo sorpresa, dará continuidad a su planteamiento habitual con tres centrales y dos carrileros ofensivos. «Tenemos que estar preparados para jugar contra cualquier sistema y no adaptarnos a ellos, sino que ellos se adapten a nosotros», analizó Mandiola, que no mira la tabla y asegura que su única preocupación es sumar tres puntos.
El filial del Girona, cuya principal referencia ofensiva es Pau Miguélez con seis dianas, acude a la cita sin el lesionado Soni, ni Valery, que ha sido convocado por el primer equipo y sin Boselli, citado por Uruaguay sub 20. Tampoco estará en Palma Suárez, Paik y Pachón en un encuentro que cuenta con el precedente de la primera vuelta que se saldó con empate a dos.