El Atlético Baleares no ha podido con el Cornellà (1-0) y se jugará la salvación en la última jornada en casa ante el Ebro, que llegará a Palma con aspiraciones de alcanzar la cuarta plaza.
Son Malferit vivirá un partido dramático el próximo domingo a las 18 horas ante el Ebro. La derrota por la mínima hoy en Cornella obliga a los blanquiazules a ganar de aquí siete días para escapar del descenso.
Era el partido. Un buen resultado en el Municipal de Cornellà hubiera puesto en una situación inmejorable a los baleares para conseguir el objetivo. Y no salió mal el ATB, que disputó el balón desde el minuto 1 al equipo local, que se jugaba nada más y nada menos que la cuarta plaza.
Canario y Xisco, siempre Xisco, llevaban peligro en casi cada acción de ataque. El primero estuvo a punto de abrir el marcador en el 35 con un disparo cruzado que se marchó fuera por poco. Hubiera sido un buen premio visto lo visto.
Pero la primera mitad moriría con una ocasión aún más clara. Sergio Sánchez cabeceó al palo una falta lateral de Xisco. Era el momento pero no pudo ser.
En la segunda mitad la cosa cambió. El Cornellà dio paso al frente y se hizo dueño del partido. Más posesión y, sobre todo, más llegadas al área de Aulestia, que, seguro como siempre, despejaba una y otra vez los acercamientos de los locales.
El Atlético Baleares quería el balón pero los catalanes se lo impedían con un ritmo de partido muy alto. Y en el 74, un minuto después de que Guasp sacara un balón en la línea de gol, llegó el tanto. Fito Miranda, emulando a Xisco hace siete días, anotó de córner directo para adelantar a los suyos.
El gol cayó como una losa para los mallorquines, que poco pudieron hacer. Mandiola movió el banquillo en busca de más mordiente en ataque pero ya era tarde. El Cornellà no iba a perder el botín que tanto le había costado.