Las compañías aéreas, sobre todo las de bajo coste, cada vez incluyen menos comodidades en sus tarifas básicas. Para evitar cargos extras y largas colas en el mostrador de facturación, es muy común decantarse por la maleta de mano. Los pasajeros deben llevar un solo bulto a bordo que no sobrepase las medidas marcadas, las cuales varían según la compañía pero suelen ser 55 x 40 x 20 cm. Además, este equipaje va siempre con el pasajero lo que disminuye el riesgo de extravío. Por todo esto, resulta fundamental ahorra espacio.
Trucos sencillos para que quepa todo en la maleta
Si te has decantado por llevar solamente el equipaje de mano en tu próximo viaje, la primera opción es subir al avión envuelto en capas de ropa, sobre todo a la vuelta cuando se nota el sobrepeso tras las compras. También, se suele recomendar llevar lo que más ocupa puesto. Sin embargo, también es posible meter la ropa justa para un par de días y en el destino localizar un servicio de lavandería. Aunque estas opciones son las menos prácticas. Una alternativa muy recurrida es utilizar bolsas de vacío. Su funcionamiento consiste en poner en una de estas la ropa que desees y succionar el aire de su interior con un aspirador normal. El único aspecto negativo de estas bolsas es que la ropa se arruga más.
Si prefieres otra opción más amable con la ropa delicada, una forma muy fácil de ahorrar espacio consiste en enrollar las prendas como si fueran un rollito. Así evitarás las arrugas de los pliegues habituales y ocupará menos espacio. Además, es recomendable llevar ropa versátil, es decir, que pueda combinar fácilmente entre sí. Puede resultar útil planificar los conjuntos de antemano y no llevar ningún extra. Por otro lado, los zapatos y el neceser de aseo son lo primero que hay que colocar, ya que es lo que más espacio ocupa. Posteriormente, se recomienda adaptar la ropa al espacio disponible. Finalmente, recuerda dejar a mano todos los líquidos, ya que deberás enseñarlos en el control de la entrada.