La Ermita de la Trinitat: el bosque del silencio

Algunas de las excursiones que se pueden hacer en Mallorca nos permiten redescubrir parte de su historia. En esta ocasión proponemos una ruta para conocer uno de los espacios donde la tradición eremítica enraizó de manera más profunda, todo gracias al influjo de Ramon Llull (Mallorca, c. 1232-1316). Esta ruta exige un altísimo respeto por el entorno y el silencio es uno de sus mejores bienes. También es preciso contar con permiso.

Empezamos a caminar en la carretera Ma-10, km. 69,850, frente al restaurante Can Costa en Valldemossa. Al otro lado arranca un camino carretero con el firme de hormigón, por donde nos adentramos.

Ermita de la Trinitat

El camino dibuja una importante curva a la izquierda y luego asciende ligeramente en dirección noreste hacia la ermita. Pronto nos adentraremos en el bosque, en el que aparecerán los muros de la ermita. Visitemos todas las dependencias abiertas (vestíbulo, iglesia, patio y mirador) de este conjunto arquitectónico de principios del siglo XVII. Uno aquí puede entender la estrecha relación entre paisaje y espiritualidad.

Ermites Velles

Atravesamos la explanada de la ermita hacia el noreste, donde veremos dos caminos. Seguimos por el superior, para encontrar a los pocos metros Es Bufador, una cueva cerrada con una mesa de piedra en el exterior. La senda bordea la falda de la montaña sin desniveles destacables. Tras un pequeño collado, encontramos la Bassa des Porcs. Tras ella, cruzaremos los muros de las Ermites Velles, conjunto formado por dos núcleos.

Mirador del Pla de Ullastre

Salimos en la misma dirección del recinto de las ermitas y el camino baja rápido en dirección norte. Al cabo de poco, a nuestra izquierda, veremos el Mirador del Pla de l'Ullastre.

Cova del Beat Ramon

Más abajo, dejamos un horno de cal hasta llegar a una explanada con un cruce de caminos, donde segui-mos momentáneamente a la derecha para visitar la Cova del Beat Ramon. Al llegar frente a un coll de tords,deberemos girar a la izquierda hasta otro coll. Bajo éste se encuentra la cueva.

Mirador des Tudons

Volvemos al camino principal y descendemos nuevamente hasta otra explanada, donde se yergue uno de los miradores más bellos del conjunto archiducal: el Mirador des Tudons.

Ermita de la Trinitat

Seguimos por la pista en sentido descendente y, a los siete minutos, hallamos una desviación a la izquierda. La pista pasa junto a los restos de la ermita de Sant Joan Baptista y más adelante se convierte en un sendero que nos dejará en el recinto de la ermita de la Trinitat.

Can Costa

Volvemos al punto de partida por el camino de la ermita.